Juan Pablo Arias
(Ciudad de Panamá). La posibilidad de establecer una regulación diferenciada para los productos que contienen nicotina -distintos al cigarrillo convencional- enciende el debate en toda la región latinoamericana. Y Costa Rica no escapa a esa discusión.
El principal objetivo del cambio es que las alternativas al fumado que demuestren una reducción del daño puedan tener restricciones y prohibiciones diferentes a las que ya fueron establecidas para los cigarrillos de combustión, tanto en publicidad como en empaquetado.
Con ello se abriría el espacio para que consumidores convencionales de tabaco puedan evaluar productos con un menor daño para su salud; entre ellos vaporizadores y tabaco calentado, entre otros.
A este razonamiento llegaron un grupo de legisladores latinoamericanos, entre ellos las costarricenses Daniela Rojas y Johana Obando, quienes participaron este martes en un panel del Segundo Foro Latinoamericano: Nicotina y reducción de riesgo, en Ciudad de Panamá.
Redefinición de conceptos
Como parte de su exposición, la diputada liberal Johana Obando explicó los alcances del proyecto de ley 23.553 que está en la corriente legislativa costarricense desde hace un año.
Dicha iniciativa afirma que dar un tratamiento equivalente a los cigarrillos de combustión y a los otros productos de nicotina evita que las personas adictas puedan informarse bien y tomar mejores decisiones.
“Se trata de reconocer que hay enfermedades asociadas al tabaquismo, pero que la lucha tradicional contra el tabaquismo ha sido un rotundo fracaso y para ellos (los consumidores habituales) existen estas alternativas de riesgo reducido”, explicó Obando.
En su opinión mantener la equivalencia en el trato de la publicidad y el comercio conlleva más efectos negativos, porque los consumidores siguen buscando los productos.
“Muchas veces los políticos estamos distantes de las realidades de las personas. Es un alejamiento de la política pública y una intromisión del Estado (…) Esas políticas crean un mercado de productos ilegales que se mueve mucho más rápido que la legislación y que genera rentas que el Estado no puede seguir”, aseveró Obando.
En su opinión es responsabilidad de los legisladores ver a los fumadores como individuos con un problema de adicción y buscar no solo alternativas que ayuden a abandonar el hábito por completo, cuando ello sea posible, sino que también faciliten opciones para aquellos fumadores que no logran o que no desean dejar de fumar.
El proyecto de Obando contrasta con el expediente 22.497, de la diputada Andrea Álvarez, que busca que las cajetillas de cigarros y vapeadores tengan un etiquetado neutro, con advertencias sobre los riesgos.
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Los diputados Fabio Castellanos (México), Daniela Rojas (Costa Rica), Victor Salcedo (Colombia), Johana Obando (Costa Rica) y Sergio Barrera (México; virtual) participaron como panelistas en el Segundo Foro Latinoamericano: Nicotina y Reducción de Daño, en Ciudad de Panamá. (Juan Pablo Arias/El Observador)
Restricciones y contrabando
Una de las premisas para defender la diferenciación en el trato de productos con nicotina es que, al igualar las restricciones y prohibiciones, también se crea un incentivo para que se desarrolle un mercado negro.
“Mantener las mismas restricciones y prohibiciones al vapeo que al cigarrillo ha provocado un incremento del contrabando y el comercio ilícito”, aseveró la diputada socialcristiana Daniela Rojas.
La legisladora advirtió que estas actividades al margen de la ley pueden, a su vez, acarrear un problema de seguridad, debido al trasiego y venta de productos cuyo origen no es trazable.
Asimismo, defendió el derecho de los consumidores a tener información sobre alternativas menos peligrosas.
“No se trata de promover el fumado, pero no podemos prohibir lo que la gente quiere decidir hacer con su vida. Lo que sí podemos hacer es que existan opciones y posibilidades mejores para la salud de las personas y los sistemas de salubridad, porque sí va a haber una disminución de las atenciones por las enfermedades asociadas al fumado”, explicó Rojas.
“Si las personas individualmente van a seguir fumando, tenemos que hacer que sea menos riesgoso”, concluyó.
“Falta información”
En la acera de los consumidores de productos alternativos ven con buenos ojos la iniciativa de Obando y aseveran que hace falta más información para la población.
“Creo que lo que falta mucho es información… transmisión de información. Ahora tenemos evidencia científica de sobra, en una cantidad abrumadora. Por ejemplo, tenemos una revisión que abarca 88 estudios, donde se estima que los productos de riesgo reducido son muy efectivos junto a terapia conductual, para el abandono tabáquico”, comentó Jeffrey Zamora, presidente de la Asociación Costarricense de Vapeadores (Asovape), una agrupación de consumidores que defiende el uso de productos sustitutos a los cigarrillos tradicionales.
“A las personas que usan terapia de reemplazo de nicotina tradicional esos productos (los de riesgo reducido) lo que les da es una alternativa más: que las personas, los consumidores, tengan más alternativas, porque lo que no le sirve a una persona le puede servir a otra. Entonces estamos hablando de que las personas deberían tener esa información… la información para que ellos mismos se empoderen y que ellos mismos tomen una decisión”, agregó.
Cruzada antitabaco
El Foro sobre Nicotina y Reducción de Daño se llevó a cabo de manera paralela a la cumbre del Convenio Marco para el Control del Tabaco (FCTC, en inglés) de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que tiene lugar esta semana en Ciudad de Panamá, pero que excluyó de su participación a miembros de la industria y representantes de los consumidores.
El lunes, durante la inauguración del evento, la jefa del Secretariado del FCTC, Adriana Blanco, aseveró que en su opinión persisten varios obstáculos que frenan la cruzada antitabaco, entre ellos la lentitud para la instrumentalizar acciones en diversos países y los nuevos productos del tabaco como los cigarrillos electrónicos.
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De acuerdo con la OMS, el tabaco mata actualmente a más de ocho millones de personas por año en el mundo, incluyendo 1,3 millones de fumadores pasivos expuestos al humo de otros.
“La creciente disponibilidad de productos de tabaco y nicotina novedosos y emergentes se ha convertido en un problema muy preocupante”, dijo Blanco en su discurso, que contrasta con lo expuesto en el foro sobre nicotina.
La conferencia tiene en agenda los productos emergentes del tabaco, así como asuntos de publicidad, promoción y patrocinios de las tabacaleras.
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Con información de AFP
