Hermes Solano
Dentro de 9 días, el 31 de julio, finalizarán las sesiones extraordinarias de la Asamblea Legislativa, para dar paso, el 1 de agosto, al período ordinario, cuando los diputados son los que ponen la agenda en discusión.
Por primera vez en la historia, el Poder Ejecutivo inició labores con el control legislativo; es decir, que enviaban los proyectos que querían que se vieran y votaran en el Plenario.
Este debut, sin embargo, se caracterizó por una sequía de iniciativas legislativas.
Para el presidente de la Asamblea, Rodrigo Arias, pesó la inexperiencia y el poco tiempo que tuvo el partido Progreso Social Democrático para generar la mayor cantidad de proyectos de ley.
Rodrigo Chaves ganó las elecciones con una agrupación con menos de cuatro años de formada y que participaron por primera vez en la contienda política.
“Recordemos que desde el punto de vista constitucional, nosotros vemos lo que nos manda el Gobierno y si no nos manda muchas cosas, no las vemos”, señaló el diputado liberacionista.
“Probablemente la inexperiencia y el poco tiempo que tuvieron…”, dijo, respecto a lo que pudo pesar en esta primera etapa que cierra el jueves 28 de julio, tomando en cuenta que el 29, 30 y 31 de ese mes no hay sesión legislativa.
Para Arias, lo sucedido es entendible, tomando en cuenta esos factores.
“Es algo que se puede entender, que un partido que se acaba de formar no tenga récord legislativo al que echarle mano”.
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(Cortesía Asamblea Legislativa)
Muchas críticas
Desde el Congreso y otros sectores se criticó el hecho de que el Ejecutivo envió pocos proyectos para ser discutidos.
Las primeras semanas, incluso, el Plenario terminaba la sesión con menos de una hora o una hora máximo, ya que no había temas que tratar.
Incluso, desde el Ejecutivo buscaron que algunos proyectos, como el de jornadas 4/3 se discutiera y aprobara antes del 31 de julio, pero apenas está en comisión, por lo que desde la semana anterior, la ministra de la Presidencia, Natalia Díaz y la de Trabajo, Marta Esquivel, se mostraron resignadas a que eso no sucederá.
“Entiendo que el Gobierno, al no ser un partido que tenga historia legislativa, no tiene proyectos listos”, reafirmó Arias.
El presidente legislativo aseguró que siendo ministro de la Presidencia en dos períodos, 1986-1990 y 2006-2010, deseó empezar con sesiones extraordinarias porque manejaban una gran cantidad de temas.
“Siempre decía, qué maravilla sería si tuviera sesiones extraordinarias para comenzar el Gobierno”.
“Teníamos muy clara la ruta. En el segundo Gobierno teníamos clarísimo la apertura en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, la apertura de las telecomunicaciones, quitar el monopolio de seguros, reformar la ley de la propiedad intelectual. Ahora no fue así y las sesiones han sido atípicas”, enfatizó.
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El Gobierno presentó algunos proyectos de ley para desconcentrar algunos ministerios como el MOPT y el Minae. (Cortesía Casa Presidencial)
Balance positivo
Respecto al trabajo de los diputados y las fracciones en estos primeros tres meses de gestión, Arias dice que es positivo.
Afirma que más allá del número de leyes que hayan aprobado, el diálogo que han sostenido y los acuerdos a los que han llegado las distintas fracciones les permiten trabajar en el marco del respeto.
“Hago un balance positivo porque cuando a uno le dicen que lo haga, se cometería un error si solo se piensa en únicamente en la producción de leyes, porque esto no es una fábrica de leyes”, dijo el verdiblanco.
“En estos primeros tres meses que vamos a cumplir siento que existe una Asamblea que ha logrado establecer un mecanismo de diálogo efectivo y respetuoso entre las fracciones”, añadió.
Para él “la forma en la que se abordan los temas ha sido respetuosa; se trata, en la medida de lo posible, de que lo que vaya a Plenario vaya con visto bueno de todos”.
A partir del 1 de agosto serán los mismos diputados, por los siguientes tres meses, los que asuman el control y definan los temas y proyectos a discutir.
