Sergio Arce
Rosario Marín llegó a Estados Unidos en condición de migrante ilegal cuando apenas tenía 14 años.
Ella jamás dimensionó que, años más tarde, sería nombrada en el 2001 tesorera por el entonces presidente George W. Bush.
Es un cargo que está bajo el liderazgo del Secretario o Secretaria del Tesoro, que en aquel entonces era Paul O’Neill.
Marín, de 65 años, cuenta con una hoja de vida envidiable: no solo por sus logros profesionales, sino también por sus experiencias personales, esas que se cuecen en la intimidad del hogar.
De ellos y de su labor después de que salió del Departamento del Tesoro habló esta mujer de verbo fácil y cálido con El Observador en un viaje relámpago a Costa Rica.
Ella vino invitada por BAC Credomatic para hablar de su retos y logros en el marco del pasado Día Internacional de la Mujer.
Su ascenso y vida personal
Esta mexicana -de origen humilde- llegó hasta el puesto federal por llamado de Bush tras haber trabajado antes como concejala y alcaldesa (1994-1999) de la pequeña localidad de Huntington Park, en California.
También laboró como Secretaria de la Agencia de Servicios al Estado y Consumidor en el gabinete del gobernador Arnold Schwarzenegger. Ella -la primera latina en ocupar este cargo- tuvo bajo su responsabilidad a 17.000 empleados.
Esto sin contar con el paso por importantes bancos en California. De hecho, ella comenzó en uno de ellos desde una posición muy modesta.
Pero su vida de banquera se frenó en seco cuando nació su hijo Erik con síndrome de Down.
Lejos de sentir que el mundo se derrumbaba -como suelen pensar o creer erróneamente muchas personas-, Rosario creó el grupo Fuerza.
Se trata de una agrupación que que da apoyo a las familias hispanas con niños que padecen algún tipo de discapacidad. Esto le valió premios como el Rose Fitzgerald Kennedy de las Naciones Unidas en 1995.
Cuando la quisieron humillar
Marín comentó que a lo largo de su vida ha contado con muchas personas que le han tendido una mano y han confiado en sus capacidades y cualidades.
Pero, además, vivió un episodio muy difícil cuando una mujer hispana intentó no solo humillarla sino frenarle sus aspiraciones de crecimiento.
Ella reconoce que esta situación la desestabilizó por un instante, ya que nunca imaginó que fuese otra fuese otra de su género y también con raíces latinas la que tratará de bajarle el piso, como ella lo relata.
“No importan tus retos ni los obstáculos que te encuentres en el camino, tú eres mucho más grande que ellos”, manifestó con absoluta convicción.
Esta tesorera estadounidense también repasó momentos cuando se encontraba en las reuniones del Departamento del Tesoro. La mayoría de miembros del principal consejo estaba integrada por hombres. La presencia de mujeres y latinas se reducía a ella.
“Cuando estaba ahí pensaba en que representaba al 50% de la sociedad (mujeres), pero además a otro porcentaje de la sociedad compuesta por hispanos o descendientes de hispanos.
“Así que me empoderaba aún más y esto, más mis capacidades, me permitieron hacer una labor muy digna en el cargo, que fue todo un honor”, expresó.
Ahora, su vida está dedicada a dar conferencias en diferentes partes del mundo. Pero también saca espacio para reflexionar sobre la realidad estadounidense.
Ella, a pesar de ser militante republicana, confiesa que Donald Trump ha sido “lo peor que le ha pasado a la política en mi país”.
Marín confía en que el exmandatario no tenga opciones reales de regresar a la Casa Blanca al tiempo que -dijo- espera que la justicia haga su trabajo con respecto a las investigaciones en contra del magnate.
