Tomás Gómez
El sector público no salió bien parado de la última medición de la Contraloría General de la República sobre sobre capacidad de gestión.
Los resultados se consolidan en el Índice de Capacidad de Gestión de las Instituciones Públicas (ICG).
En este se mide el quehacer institucional y la relación entre los recursos y los resultados. Los resultados se dividen en una escala 5 niveles:
- Inicial: nivel del menos del 25%
- Básico: entre 25% y 50%
- Intermedio: de 50% a 75%
- Avanzado: entre 75% y 90%
- Optimizando: nota superior al 90%
Como primer hallazgo destaca que ninguna de las 290 instituciones escrutadas alcanzó el mejor escalafón.
En el segundo mejor puesto, por su parte, solo figuran 14 entes, en su mayoría del ámbito económico.
El universo de entes revisados se divide así:
¿Qué se califica?
Según detalla la Contraloría, la Capacidad de Gestión Institucional corresponde al desempeño en la
administración de los recursos institucionales. Se le suman componentes de estrategia, estructura,
procesos, información, liderazgo, cultura, competencias y equipos, "para alcanzar cumplimiento de los objetivos, la generación de valor, la continuidad de los servicios y la satisfacción ciudadana".
"En ese sentido, conocer su nivel permite a las instituciones disponer de información que impulse el proceso de toma de decisiones, así como generar insumos para otros usuarios externos, fortaleciendo su
capacitación de gestión con el propósito de generar valor público", apuntó Contraloría.
Para ello se dividen los elementos en:
- estrategia y estructura
- procesos e información
- liderazgo y cultura
- competencias y equipos,
¿Qué cosas corregir?
Dado que la gestión del 58,6% de los entes quedaron en los niveles bajos, la Contraloría hizo un llamado general de atención.
Entre las medidas sugeridas como recomendaciones están:
- Fortalecer el liderazgo efectivo y la cultura innovadora
- Integrar a los perfiles de puestos las competencias y planes de desarrollo
- Mejorar la gestión del sistema de control interno:
- Fortalecer una cultura organizacional orientada a resultados
- Incrementar la participación activa de los jerarcas institucionales
