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Star Wars: Andor, la rebelión comienza

Popcorn506 para El Observador Seguramente sean pocos los que aún no han oído hablar de Andor. Pero, por si acaso,…

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Star Wars: Andor, la rebelión comienza
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Popcorn506 para El Observador

Seguramente sean pocos los que aún no han oído hablar de Andor. Pero, por si acaso, vamos a comenzar esta reseña haciendo una pequeña introducción a la que, por méritos propios, se está convirtiendo en serie de culto dentro del universo de Star Wars.

Andor debe su nombre a su protagonista, Cassian Andor, un personaje que ya vimos en la película titulada Rogue One: A Star Wars Story, y del que, por suerte o por desgracia, ya conocemos su destino.

Estamos, de este modo, ante una precuela de una precuela. Y sí, esto parece un laberinto de spin-offs y de lo que muchos criticamos tantas veces como el epítome de la falta de originalidad, de la ausencia de creatividad, de la falta de inversión en nuevas historias.

En otras palabras, de lo que llevamos años llorando por las colinas de Hollywood e, intensamente, por las plataformas de streaming, principalmente esta de las grandes orejas de ratón.

Andor

Una excepción

Pero somos incapaces de negar que estamos ante una de esas excepciones que van asomando por aquí para goce y disfrute del personal.

Andor es buena y merece la pena verla. Es más, diríamos que, con la excepción de Mandalorian, nos encontramos ante la mejor pieza creada en este universo en los últimos años.

Es cierto que no son comparables. Tampoco vemos tan comparables a Andor con ninguna de las películas o series creadas con anterioridad.

Aquí estamos ante una historia, o unos relatos, que se van cocinando a fuego lento y que deja entrever partes del pasado del personaje que son muy interesantes narrativamente. Esto tanto a nivel visual como para entender sus acciones y decisiones futuras.

Andor

Talento latinoamericano

Para aquellos que no sabían nada hasta comenzar a leer este texto, tenemos que decir que el protagonista, el que hace de Cassian Andor, es Diego Luna.

Es el mismo actor que hizo de Andor en la película de hace unos años y, probablemente, es el rostro más conocido y atractivo para el público no iniciado.

Andor Diego Luna

Y, para todos en general, el artífice de que Andor sea lo que tenemos hoy delante, en nuestras pantallas, es Tony Gilroy.

No es el nombre más conocido, somos conscientes, pero ha salido en las pantallas de créditos de títulos tan potentes como Michael Clayton y varias de la saga de Bourne, tanto como escritor como director.

Solo con esto, confiamos en su hacer. Pero, revisando un poco lo que ha sido su trabajo en este proyecto y su implicación, esa confianza crece y asciende hasta acomodarnos ante la televisión de una manera casi gloriosa.

Gracias a su apuesta, la serie tiene una identidad mucho más marcada, una duración más reducida y el foco puesto, acertadamente, en profundizar sobre el personaje de Andor al comienzo.

Esto para ir abriendo ese foco a un conjunto de personajes que se antojan igual de interesantes a pesar de no ser tan conocidos.

Es genial ver cómo, después de pocas horas de metraje, nos empezamos a ver inmersos en una maraña de tramas y complicaciones que convierten a la serie en una obra coral ante la que no queda más remedio que abrir bien los ojos y los oídos. Está mereciendo mucho la pena.

Aún no hemos terminado la primera temporada y hemos percibido nítidamente que la serie iba a mejor capítulo tras capítulo.

Es como si fuera un menú que, en lugar de saciarnos, nos fuera abriendo el apetito y la curiosidad para seguir devorando lo que resta. Lo bueno es que ya sabemos que, como mínimo, nos resta otra temporada.