Krissia Morris Gray
El Instituto Costarricense de Investigación y Enseñanza en Nutrición y Salud (Inciensa) identificó la presencia en Costa Rica de la subvariante o sublinaje BA.2 de ómicron y que es denominada a nivel internacional como “silenciosa”.
Se trata de nueve personas de Alajuela, Cartago, Heredia, Limón y San José, con edades entre los 2 años y los 61 años que presentaron covid-19.
Según informó Inciensa, los pacientes fueron diagnosticados entre el 25 de enero y el 15 de febrero del 2022.
De los nueve casos identificados, siete presentaban síntomas al momento de la toma de muestra y dos de ellos requirieron hospitalización en los servicios de salón general y emergencias.
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Además, seis de los afectados eran hombres y tres mujeres.
Dicho sublinaje se notificó a la comunidad internacional a través del Centro Nacional de Enlace del Reglamento Sanitario Internacional.
La variante ómicron es la más contagiosa del virus SARS-CoV-2 y es dominante en Costa Rica desde finales del 2021.
De los análisis de las muestras efectuadas por Inciensa entre el 9 de enero hasta el 26 de febrero del 2022 anterior, se detectó la presencia de ómicron en todos los casos secuenciados.
¿Por qué silenciosa?
El sublinaje BA.2 es una mutación de la variante ómicron, del virus SARS-CoV-2.
Según explica la BBC, en muchas ocasiones se le llama denomina a la BA.2 como una subvariante ‘silenciosa’, “porque no tiene el marcador genético que los investigadores habían estado usando para determinar rápidamente si era muy probable que una infección fuera por la ómicron ‘regular’ (BA.1), en lugar de la variante delta”.
A esto añade que “al igual que con otras variantes, una infección por BA.2 puede detectarse mediante una prueba de flujo lateral o una PCR, pero estos tests no pueden distinguir BA.2 de delta. Hace falta hacer otras pruebas para estar seguros”.
Las características y propiedades del sublinaje BA.2 están bajo investigación, con lo cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda dar seguimiento a la introducción y distribución de este sublinaje identificada en más de 57 países.
De los 815 muestras y secuencias genómicas realizadas por el Inciensa a la variante ómicron, se identificó que en 234 de casos contaban con la variante “regular”.
En investigación
Por su parte, en 572 pruebas se detectaron una mutación BA.1.1 que también es una mutación de la variante original.
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“Estudios preliminares sugieren que el sublinaje BA.2 tiene una mayor tasa de crecimiento en comparación con BA.1 y que puede ser 1,5 veces más transmisible.
“(…) Sin embargo, las primeras evaluaciones no sugieren una diferencia en la efectividad de la vacuna contra la enfermedad sintomática para BA.2 en comparación con BA.1, ni tampoco una diferencia en el riesgo de ingresos hospitalarios entre ambos sublinajes”, informó el Inciensa.
Es decir, pese a que parece que la subvariante “silenciosa” sería más trasmisible que la variante original, parecería que no genera enfermedad más grave, según reportan medios internacionales.
Datos de la OMS, al 25 de enero anterior, alrededor del 98,8% del ADN viral enviado a la base de datos mundial Gisaid secuenciado era de la variante original BA.1.
Krissia Morris Gray
