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Dra. Carla Gillen para El Observador
El herpes genital es una enfermedad de transmisión sexual muy contagiosa que afecta tanto a los hombres como a las mujeres, y causa mucha angustia entre las parejas.
Existen dos tipos de virus herpes, el Herpes virus I (VHS-1) por lo general causa lesiones en la boca y labios (en ocasiones llamados fuegos) y el Herpes virus 2 (VHS-2) es el virus del herpes genital y la persona que lo contrae desarrolla lesiones y ampollas en el área genital, el recto o sus alrededores.
Tanto el VHS-1 como el VHS-2 pueden causar lesiones genitales y orales, aunque es más frecuente que el herpes labial esté provocado por el VHS-1 y el genital por el VHS-2.
¿Cómo se transmite?
Este virus se transmite durante las relaciones sexuales ingresando a tu organismo a través de las membranas de la vagina, ano, pene, tracto urinario o boca. Una vez en tu cuerpo, el sistema inmunológico se activa y se desarrollan lesiones tipo ampolla como defensa contra el virus.
Este virus muere fuera del organismo, por lo que la posibilidad de contagio en lugares públicos por contacto de superficies es extremadamente baja o nula.
Sin embargo, existen otras formas de contagio como compartir cepillo de dientes o por medio de besos en la zona afectada.
Estos virus pueden provocar síntomas de 2 a 10 días después de la relación sexual o pueden pasar desapercibidos. El primer brote suele ser el más doloroso y sintomático y en ocasiones se repiten estos brotes cuando las personas tienen episodios de estrés, alteraciones en el sistema inmunológico, menstruación, o alguna enfermedad.
¿Cómo se previene?
La mejor forma de prevenir el contagio del herpes es usando de manera correcta y consistente el preservativo o condón.
Esto, sin embargo, no garantiza que se previene al 100% puesto que puede haber áreas con llagas que no están cubiertas por el preservativo (y puede haber contagio incluso cuando no hay lesiones). Cuando existen lesiones es preferible no tener relaciones sexuales.
Existen exámenes de sangre para saber si los pacientes están infectados por estos virus y así tomar las precauciones necesarias. El herpes genital no tiene cura. Es un virus que siempre estará en tu cuerpo aunque no manifieste síntomas externos.
Existen medicamentos antivirales que ayudan a prevenir la aparición y también ayudan reducir la duración e intensidad de los brotes y así ayudar a que las lesiones sanen más rápido y minimizar la transmisión.
Recordemos que la prevención es la clave para evitar contagiarte con el herpes genital.
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