Tomás Gómez
Las últimas elecciones municipales se celebraron a semanas de la pandemia y para las próximas presidenciales -en 16 meses- la esperanza es que el golpe del COVID-19 haya pasado.
A diferencia de países como Estados Unidos donde el 5% ha votado por adelantado y otros millones de personas lo harán por correo, las leyes de Costa Rica fuerzan a una elección presencial.
Así lo explicó esta semana el presidente del Tribunal Supremo de Elecciones, Luis Antonio Sobrado.
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El jerarca detalló que la normativa obliga que el voto se haga de manera ante cada junta y que un cambio requeriría de una reforma a la Constitución.
“El único voto electrónico que es consitucionalmente viable es el modelo de urna electrónica que funciona en Brasil, donde se sigue votando con padrón predefinido”, explicó.
“Esto significa que otros modelos como el voto por internet son inconsitucionales en el país entre otras cosas porque significan sacrificar el secreto del sufragio”, destacó.
Aún lejos del voto electrónico
Partiendo del hecho de que será insustituible ir a las escuelas a votar, opciones como el voto virtual en esas instancias también están lejanas.
El director del Registro Electoral, Héctor Fernández, pone como principal traba al tema económico.
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Según explicó hay iniciativas propias para tecnificar algunos procesos pero las masificación demanda muchos recursos.
La elección tradicional total cuesta cerca de $10 millones, mientras que digitalizar 40% o 50% del padrón triplicaría el costo.
A esas trabas Fernández sumó la desconfianza que generan elecciones de este tipo.
Incluso países como Alemania y Holanda han tenido que retonar al voto en papel por las dudas que generaba el voto electrónico.
Elecciones en pandemia
Aunque las últimas elecciones en Costa Rica estuvieron libres de COVID-19 otros países de la región no han topado la misma suerte.
En República Dominicana la elección presidencial prevista para el 17 de mayo debió ser trasladada para el 5 de julio y hacerse con estrictos protocolos.
Bolivia no ha topado mejor suerte y ha tenido que dar 3 prórrogas gobierno interino de Jeannine Añez para tener un mejor clima de salud.
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El proceso original estaba programado para el 3 de mayo pero tomando el cuenta el disparo de casos se pasó para dos semanas después.
La pandemia no dio tregua y los propios candidatos acordaron celebrar elecciones el 5 de setiembre, fecha donde tampoco fue posible y por ello se designó el 18 de octubre, cuando en teoría será la fecha definitiva.
