Tomás Gómez
Cuando en febrero del 2022 los ticos acudan a las urnas, notarán algunos cambios a la hora de votar. La pandemia implicó ajustar algunas prácticas tradicionales, en lo cual trabaja el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).
Las aulas de los centros educativos dejarán de ser el único lugar que albergue recintos electorales.
Para la elección de febrero del 2022, el órgano electoral habilitará otros espacios como gimnasios y salones de actos.
“Vamos a aprovechar en muchos casos gimnasios y salones de actos”, explicó explicó el asesor político del TSE, Gustavo Román.
Otro de los ajustes más notorios será si bien estarán las tradicionales crayolas, los votantes podrán usar su propio lapicero.
“El dispositivo del crayón va a estar disponible para las personas que deseen utilizarlo y se va a desinfectar, pero las personas van a tener la libertad de llevar su propio bolígrafo para que si se sienten más seguras puedan votar de esa manera”,
Paquetes electorales para tiempos de pandemia
Las tulas electorales, donde van las papeletas, mamparas y otros materiales, llevarán el próximo año también algunos insumos de desinfección para garantizar la bioseguridad del proceso.
El TSE proyecta incluir en ellas mascarillas, alcohol en gel y productos de limpieza.
Otro ajuste será la eliminación de gafetes para el personal electoral, que en su lugar tendrá pulseras desechables con códigos QR.
Covid también cambió la campaña
La campaña política arrancó oficialmente el miércoles 6 de octubre y ahora los partidos tienen que pedir autorización para actos como caravanas o plazas públicas y para instalar clubes.
Todos los eventos deben ser avalados por el TSE, quien advierte que habrá protocolos anticovid específicos.
A ello se sumó que las capacitaciones se estarán dando por la vía virtual.
Las elecciones nacionales se celebrarán el 6 de febrero y se espera un padrón de poco más de 3,5 millones de personas.
En la primera votación se elegirá presidente y diputados. Si ningún aspirante presidencial supera el 40%, los dos más votados irán a segunda ronda el domingo 3 de abril.
Con la convocatoria a elecciones, los partidos pueden empezar a incluir sus gastos como parte de la deuda política. (Alonso Solano/El Observador)
