Un modelo de desarrollo basado en las PYMES

Carlos Peña para El Observador

Siendo que estamos en época electoral y seguramente, como cada 4 años, diferentes candidatos presidenciales nos van a buscar a solicitar criterios, consejos y ayudas con el gremio, será más fácil si de una vez les ponemos sobre la mesa nuestra propuesta país.

Es importante recordar que en CANAPYMES somos cientos de empresarios (hombres y mujeres) que a diario debatimos en nuestro chat abierto todos los temas nacionales del momento. Tenemos un “Think Tank” de 25 personas que desde las famosas mesas de “diálogo” y nuestras reuniones con la Presidencia de la República hemos definido qué queremos, qué necesitamos y qué conviene más. Lo que cito a continuación:

1. Bajar cargas sociales:

En el 2016 presenté el proyecto de “Ley de Fomento a la persona Emprendedora” con diputados del PLN y la idea era bajar a la mitad el cobro de cargas sociales a los emprendedores; ya había pasado el tamizaje constitucional y la CCSS tenía interés positivo en esto, pero lastimosamente Geaninna Dinarte, entonces ministra de Economía, hizo imposible la aprobación del proyecto. Pudimos demostrar con un análisis que bajar la mitad el cobro de cargas sociales representaban USD$15 millones frescos anualmente, adicional a lo que ya recibe la CCSS normalmente. A la fecha todos los foros en los que hemos participado han aplaudido esta iniciativa, pero no hemos encontrado un nuevo patrocinador de una nueva propuesta normativa.

2. Cambios a la normativa bancaria.

La idea nos la proporcionó otra cámara empresarial pero ciertamente yo le empecé a hacer ruido. Resulta que a nivel bancario el problema principal es que tratan en el perfil de riesgo y capacidad de pago a las PYMES igual que a una empresa grande, pero estas no funcionan igual. Corregir en la normativa que se permitan más días de atraso en pagos sin penalidades a los bancos, mayor riesgo en los perfiles, obligar a los bancos a aceptar titulación de deuda y otras garantías mobiliarias (como ya dice la ley pero que nadie aplica), y flexibilizar los arreglos de pago entre PYMES y bancos puede resolver bastante el cuello de botella actual.

3. Incorporar representantes PYMEs en puestos clave

En varias juntas directivas del Estado existen únicamente nombramientos de personas de cámaras que velan por intereses de grandes empresas y ninguna de PYMEs. Si revisamos, en ninguna de las Juntas Directivas del Estado que velan por fondos o acciones de PYMEs se encuentran realmente voces validadas por el gremio, empezando por el mismo Sistema de Banca para el Desarrollo.

4. Ejecutar fondos de SBD por medio de operadores no bancarios

Las entidades bancarias tienen diferentes prioridades a la de Banca para el Desarrollo, por lo que tendría sentido que únicamente operadores no bancarios otorguen créditos empresariales PYME, pero con la obligación a dichos emprendedores de tomar cursos y consultorías y apegarse a planes de desarrollo; porque muchas veces los fondos son otorgados sin mayor respaldo.

5. Eliminar fondos no reembolsables de entidades públicas hacia emprendedores

Si revisamos lo que el IMAS, INAMU, INA, MICIT y otras instituciones que por año otorgan alrededor de USD$20 millones en fondos no reembolsables para emprendedores con actividades sin futuro, sin respaldo de operaciones o son subsidios sociales solapados. No tiene sentido botar el dinero de esa forma y de eso tengo cientos de anécdotas de proyectos que personalmente he visto en todo el país.

6. Fusionar todas las instituciones relacionadas a las PYMES

No tiene mucho sentido la atomización de los esfuerzos para apoyo a las empresas, sería más inteligente y ahorraría más tiempo si todo se concentra en una sola DIGEPYME (que por sí misma necesita cambios).

7. Obligar al Estado a contratar PYMES

En SICOP el 85% de los oferentes no gana ninguna licitación, según datos oficiales. En países desarrollados más del 60% de las compras públicas son exclusivamente a PYMES con el fin de fomentar la democratización de los fondos y por ende impulsar la demanda agregada. En Costa Rica el abuso del artículo 2 de la Ley de Contratación Administrativa y ni que decir de los favores políticos he generado una mega concentración de contrataciones en pocas manos. Si se revisa SICOP hay 400 empresas que acaparan casi el 90% de las compras públicas nacionales.

8. Reducir servicios a las PYMES prestados por el Estado

Hemos notado cada vez más centros de apoyo PYME manejado por empleados públicos, cosa que carece de sentido porque todos sabemos que el sector público contiene beneficios lejos de la realidad empresarial privada.

9. Sistema único tributario

En países como Ecuador todas las compras y ventas hechas con un número de cédula quedan automáticamente gestionadas en el sistema nacional de Hacienda, mientras que en Costa Rica, aun con la factura digital, todo termina siendo manual. Aun teniendo factura digital a final de periodo hay que hacer las sumas y restas de todo lo hecho y sinceramente, inclusive a mi persona, se le complica manejarlo al dedillo.

10. Incentivos a la formalidad

Actualmente, y lo he dicho en reiteradas entrevistas, no tiene ningún sentido ser formal. Ser formal no garantiza créditos, ni exenciones tributarias, ni asesoría gratuita y mucho menos protección estatal de algún modo. Si bien existen algunos mínimos beneficios tributarios de ahí no suma más.

11. Enfocar al usuario como el centro del servicio

¿Cuántas veces no hemos visto ese rotulo en ventanillas públicas de “si amenaza a un servidor público es un delito”? Eso solo demuestra que el empleado público está en función de un salario y no en función de un usuario. El cliente siempre tiene la razón, aunque no la tenga; pero ante la administración esta siempre tendrá la razón a menos de que usted demuestra que no es así. La ley 8220 establece mecanismos para defender al ciudadano, pero ciertamente es una normativa inaplicable porque carece de mecanismos de sanción, por ello debe de ser reformada.

12. Ampliar red de cuido

Para muchos padres y madres el tener al cuido suyo menores o adultos mayores retrasa las gestiones empresariales, por lo que la red de cuido debería ser abierta para todos y que se pueda atender sábados y domingos con el fin de permitir a las personas participar de mayor cantidad de actividades productivas.

13. Bajar impuestos

En este sentido podríamos ampliar muchos puntos, pero voy a señalar los impuestos que si dependiera de nosotros quitaríamos:

1. 1. Ganancias de capital en ventas únicas y no habituales
   2. Impuesto al terreno: debería ser a la construcción, no al terreno
   3. IVA en servicios impartidos por personas de baja escolaridad: Mecánicos, domésticos, construcción, etc.

Seguiremos en las próximas semanas redactando más sobre este tema, si gustan escribirnos para conocer más propuestas serán bienvenidas y agregadas en una siguiente entrega.