Hermes Solano
La vicepresidenta de la República, Mary Munive, señaló que la expresidenta del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), Gloriana López Fuscaldo, no continuó en el cargo por el mal manejo de crisis cuando se dio el allanamiento en un centro en Coronado, donde estaban 42 menores.
Munive compareció este viernes ante la Comisión de Derechos Humanos, como parte de la investigación que hacen los diputados de las declaraciones dadas por López el 20 de julio anterior, cuando detalló una serie de eventos antes de su salida.
López Fuscaldo denunció haber recibido una llamada del jefe de despacho del Presidente, Gabriel Aguilar, para que estuviera atenta al caso de los hijos del empresario, Leonel Baruch.
También, indicó que la vicepresidenta la había visitado de manera sorpresiva en su casa en junio anterior, y que la había tratado “de loca”; a su vez que llegó días después a su oficina para pedirle que renunciara y le ofrecieron la Embajada de Perú.
“Es mentira”, dijo en varias ocasiones la vicepresidenta, siendo enfática en que la salida de López se decidió desde el 14 de junio.
“Ella conversó con el jefe (Rodrigo Chaves), pregúntenle al jefe o pregúntenle a ella, pero hay cosas que yo no le puedo decir”, indicó, por ejemplo, cuando le consultado del ofrecimiento y términos de la salida de López.
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Mala gestión
“Una mala gestión y ver el mal manejo de una crisis, conllevaron a que ella tomara esa decisión (de renunciar) y todo está muy bien documentado”, dijo Munive respecto a las razones por las que se fue López del PANI.
La vicepresidenta inició la audiencia con una presentación en la que detalló, como línea de tiempo, lo sucedido entre el 13 y 19 de junio, día en que López presentó su renuncia.
“El punto de quiebre fue el 14 de junio, donde me apersoné (al PANI), me percaté de una crisis pesimamente mal manejada y puse en autos al Presidente de que esto era insostenible”, indicó.
Sobre la visita a la casa de López, el mismo 14 de junio, luego de que se diera el allanamiento en el centro de menores en Coronado, dice que fue consensuada.
Munive presentó pantallazos de una conversación de Whatsapp en la que López le envió la dirección de su casa y le puso “la espero”.
“Ella dijo que se encontraba en su casa, que no había problema en visitarla y la urgencia del manejo de lo que estaba sucediendo me llevó a tomar la decisión de buscarla”, contó, indicando que es la primera vez que visita a una jerarca.
Dice que ella llegó al PANI y tras escuchar sobre la gestión administrativa de parte de colaboradores de la institución, buscó la versión de López, quien dijo que no estaba presente.
“Desbordada”
Los diputados cuestionaron el hecho de que si se había tomado la decisión desde el 14 de junio de que no siguiera en el cargo, por qué no la destituyeron y dejaron que pasara una semana más, generando toda la situación “novelesca”. afirmaron.
López Fuscaldo les dijo a los diputados que Munive le dijo que ella ya estaba “desbordada”, lo que interpretó como que le estaba diciendo “loca” o que le estaba haciendo una consulta médica cuando ella no lo estaba pidiendo.
La vicepresidenta reconoció que sí le dijo esa palabra, pero que no tiene que ver con un criterio clínico.
“Estaba sobre saturada por las situaciones que estaban pasando. Decía que no podía más, que estaba con mucho trabajo, que no dormía”, indicó, defendiendo que decirle que estar desbordado no “conlleva un criterio clínico”.
Munive dijo que después del rapto de la bebé en Cervantes de Cartago (caso Keibril desde el 9 de abril), el seguimiento a la gestión de López Fuscaldo en el PANI fue más detallado.
Después del cierre de un albergue por allanamiento del OIJ, Munive cuenta que “la gota que derramó el vaso” fue encontrarse a 42 menores en un auditorio, pese a que había un informe de la Gerencia Técnica que López no atendió.
La vicepresidenta dice que ella asumió la gestión de la crisis. Afirma que Gloriana López decía, una y otra vez, “que estaba cansada. No puedo, no puedo”.
