ELO

Video | Édgar Silva no sale de la alegría con el reconocimiento que Liberia le hizo a su mamá de 95 años

Édgar Silva condujo el programa de estreno de la sexta temporada de Nace una estrella, la noche del pasado domingo, y al día siguiente se marchó a su natal Liberia.

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Video | Édgar Silva no sale de la alegría con el reconocimiento que Liberia le hizo a su mamá de 95 años
Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Édgar Silva condujo el programa de estreno de la sexta temporada de Nace una estrella, la noche del pasado domingo, y al día siguiente se marchó a su natal Liberia, en Guanacaste.

No es extraño que lo haga puesto que allá vive su mamá, Lidia Loáciga de 95 años. Pero en esta ocasión había un doble motivo: la Municipalidad local declaró a su progenitora como hija ilustre del cantón.

El ayuntamiento le reconoció a doña Lidia haber trabajado como educadora por más de 65 años. Pero, además, haber sido la primera maestra de kínder en esta tierra.

En un emotivo discurso realizado en el municipio, la mamá del presentador expresó:

“Le quiero agradecer a todos aquellos que a lo largo de mi vida me dieron las herramientas y oportunidades para construir mi camino. A mis padres, que forjaron en mí la consciencia de que el camino de la superación estaba en la educación.

“A mis hermanas y hermanos que me apoyaron y acompañaron en cada momento para no perdernos en la vida a pesar de las limitaciones y la incertidumbre.

“A mi esposo Arturo que me dio el espacio y apoyo para construir mis sueños y hacerlo en mi propio camino. A mis hijos, a quienes dediqué mi trabajo, no solo para vestirlos y alimentarlos, sino también para enseñarles desde la experiencia que el trabajo honesto y dedicado enaltece a todas las personas.

“A los padres de familia que me confiaron a sus hijos, ¡gracias! A todos esos niños y niñas que pasaron por mis aulas, gracias por haber sido mi motivación diaria por más de 60 años. A ellos y ellas, les dedico esta designación porque ellos fueron quienes me comprometieron a ser mejor maestra.

“Mi vida ha estado llena de besos y abrazos de niños y niñas que me rodearon de su amor y gratitud por ser yo su maestra. Hasta hoy, esa fue mi gran recompensa”.

Silva emocionado

“Se pueden imaginar lo contentos y orgullosos que estamos mis hermanos y yo de que la honraran de esta manera. Su trabajo fue dedicado, comprometido y honesto”, escribió Silva en sus redes sociales.

En entrevista con El Observador, el conductor y también productor de café y aguacates expresó el orgullo que siente por su mamá, así como la alegría por este reconocimiento en vida.

“Mi madre siempre ha sido una apasionada de la educación. Ella fue muy creativa, muy dedicada, muy enfocada en cómo hacer más entretenidas y efectivas las lecciones para los niños y niñas del kínder.

“De verdad tenía una enorme pasión y devoción para enseñar y los alumnos siempre fueron muy afectuosos con ella. Y ver que la comunidad se lo reconoce es muy significativo para todos nosotros”, expresó el comunicador.

¿Quién es doña Lidia?

En 1948, doña Lidia se graduó de maestra normalista y, al año siguiente, a sus 21 años, comenzó a trabajar en la escuela Ascensión Esquivel Ibarra de Liberia como maestra de primero y segundo grado.

Tras un año en ese puesto, doña Lidia inició en Liberia la educación preescolar y, desde 1950, se convirtió en “la niña Lidia”, la maestra de kínder para miles de liberianos.

Por varios años, la sede del kínder de Liberia estuvo en el edificio de la escuela Ascensión Esquivel.

Pero con la gestión de doña Lidia, el apoyo de la junta de educación y de dos regidores municipales se construyeron las instalaciones del kínder central de Liberia en su actual ubicación del barrio Los Ángeles.

Doña Lidia se convirtió en la primera directora del kínder de los liberianos y ahí trabajó durante 25 años hasta 1975 cuando se pensionó.

Sin embargo, inició la gestión para establecer el primer kínder privado en la ciudad blanca.

Con ¢25.000 que pidió prestado al banco y el apoyo de su esposo Arturo Silva, construyó un aula en el patio de su casa y fundó el jardín infantil Las Ardillitas.

Las Ardillitas comenzó a educar niñas y niños liberianos en 1978 y, desde entonces, fue uno de los principales centros educativos del cantón. Por eso, durante 36 años consecutivos, Las Ardillitas recibió a miles de pequeños.

Doña Lidia dejó de educar y atender su jardín infantil a los 86 años.