Ciencia

Volcán Poás: Bacteria en laguna del coloso en Costa Rica daría pistas sobre vida en Marte

El volcán Poás, ubicado en Alajuela, dejó atónitos a un grupo de científicos estadounidenses y costarricenses. Especialistas en astrobiología y…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 4 minutos
Volcán Poás: Bacteria en laguna del coloso en Costa Rica daría pistas sobre vida en Marte
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El volcán Poás, ubicado en Alajuela, dejó atónitos a un grupo de científicos estadounidenses y costarricenses.

Especialistas en astrobiología y vulcanología de la Universidad de Colorado en Boulder y del Observatorio Vulcanológico de Costa Rica (Ovsicori) de la Universidad Nacional (UNA) publicaron un amplio estudio sobre una impresionante bacteria presente en la laguna del coloso.

Estos microorganismos llamados extremófilos viven en la llamada Laguna Caliente del Poás. Y lo hacen a temperaturas que rozan la ebullición, con fluctuaciones de pH muy bajas y en medio de frecuentes erupciones freáticas.

El estudio -llamado Supervivencia microbiana en un ecosistema analógico marciano extremo: Volcán Poás, en Costa Rica- sugiere que los sistemas hidrotermales de sulfato ácido del pasado en Marte pudieron haber albergado vida durante miles de millones de años.

Marte

Esta imagen del planeta Marte fue capturada por la Administración Nacional del Espacio de China. AFP

Y el Poás -agrega la investigación publicada el pasado 28 de enero- tiene el “potencial astrobiológico de los sistemas hidrotermales de sulfato ácido de Marte”.

“El volcán Poás alberga la Laguna Caliente, un lago sulfuroso ultraácido del cráter que se alimenta principalmente a través de un sistema de aguas subterráneas.
“La alteración ácido-sulfatada de las rocas madre ha dado lugar a la abundancia de una variedad de sulfatos, óxidos y arcillas similares a los encontrados en Marte en entornos hidrotermales relictos”, dice el trabajo.

La investigación

La toma de muestra comenzó en el 2013 y terminó en el 2017 en una primera etapa, según explicó a El Observador el vulcanólogo francés -radicado en Costa Rica- Geoffroy Avard del Ovsicori, quien colaboró con los estadounidenses en la investigación.

El especialista agregó que hubo otra campaña de muestreo en el 2019. Y el Ovsicori siguió tomando muestras en el 2020 aprovechando sus visitas de monitoreo de rutina.

Las muestras fueron sometidas a secuenciaciones genéticas. Estas revelaron que la comunidad de microorganismos hallados tiene numerosas adaptaciones genéticas.

Y estas les han permitido sobrevivir en medio de condiciones hostiles, incluyendo vías funcionales para reducir los efectos de los metales tóxicos de la laguna.


La Laguna Caliente 

La Laguna Caliente se encuentra a unos 2.500 metros sobre el nivel del mar, con una ancho de 2.500 metros y una profundidad de 30 metros.

En la actualidad la temperatura promedio ronda los 30-35 grados centígrados. Pero anteriormente ha alcanzado los 50 grados centígrados.


 

Entre las condiciones difíciles se encuentran las diferentes erupciones registradas entre abril y noviembre de 2017 (con episodios magmáticos) y el 2019 (eventos freatomagmáticos).

Justin Wang, estudiante de posgrado de la Universidad de Colorado en Boulder, se mostró sorprendido por la capacidad de adaptación de estos organismos dentro del lago.

“Creemos que lo hacen sobreviviendo en los márgenes del lago cuando se producen las erupciones. Es entonces cuando sería útil disponer de una gama relativamente amplia de genes”, explicó en declaraciones que recogen medios británicos.

Laguna Caliente volcán Poás

Justin Wang, estudiante de posgrado de la Universidad de Colorado en Boulder, es uno de los investigadores que visitó el Poás. Instagram

Un volcán especial

Avard explicó que, aunque posiblemente existen otros pocos volcanes en el mundo con  condiciones similares, el Poás “por su facilidad de acceso se puede estudiar con regularidad y presenta una actividad sostenida que le confiere un interés suplementario”.

“El volcán tiene un lago activo extremo, con un pH muy bajo y un ambiente súper dinámico y que además es de fácil acceso hasta su laguna, algo que no es habitual en otros volcanes. Costa Rica se convirtió en un lugar my interesante para el estudio.

“El Poás justamente se usa como análogo de Marte. Se piensa que un ambiente parecido al del Poás existía en Marte, donde hubo un ambiente ácido, con temperaturas elevadas y sulfatos”, subrayó el especialista.

El vulcanólogo francés comentó, además, que el Ovsicori sirvió de apoyo en el campo a lo estadounidenses en virtud de la experiencia. Incluso, esta dependencia de la UNA continúa tomando muestras para entender la evolución de los microorganismos.

Búsqueda de vida en Martes: 4 ticos en proyecto

Siete meses de viaje espacial, décadas de trabajo y miles de millones de dólares invertidos para responder una sola pregunta: ¿existió alguna vez vida en otro lugar que no fuera la Tierra?

El robot Perseverance de la NASA aterrizó -en febrero del 2021- en el llamado planeta rojo, exactamente en el cráter Jazero, de unos 45 km de diámetro y ubicado justo al norte del ecuador de Marte.

Lo hizo tras un viaje de cerca de 480 millones de kms, que inició en julio de 2020. Y la nave ingresó a la atmósfera marciana a una velocidad de 19.500 km por hora.

NASA

Se trata de una misión en la que participaron cuatro costarricenses, en diferentes fases del proyecto.

Uno de ellos es Andrés Mora, científico con cerca de 7 años de trabajar en la NASA.

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Mora relató que su participación se realizó entre mayo y julio-agosto del 2017. Él lideró el equipo que hizo las pruebas de simulación de la atmósfera de Marte para el helicóptero Ingenuity que viaja con el rover Perseverance.

Los otros tres ticos que participaron en el proyecto son Alex Mora, Joe Mora y Eric Aguilar. Ellos estuvieron en labores más de desarrollo y ensamble del robot.

Perseverance es el vehículo más grande y complejo jamás enviado a Marte. Construido en el Jet Propulsion Laboratory, en California, pesa una tonelada y está equipado con un brazo robótico de más de dos metros y 19 cámaras.

Esperanza de hallar vida

Los científicos buscan en Marte lo que llaman biofirmas: rastros de vida microbiana que “pueden tomar todo tipo de formas”, como “químicos” o “cambios ambientales”, dijo Mary Voytek, directora del programa de astrobiología de la NASA.

“Los astrobiólogos hemos soñado con esta misión durante décadas”, dijo con entusiasmo.

“O encontramos vida, y eso sería un hallazgo excepcional, o no lo haremos, (..) y eso dará a entender que no todos los ambientes habitables están habitados”, advirtió Ken Farley, científico del proyecto.