Tomás Gómez
Un sistema de cupones para estudiar en centros de capacitación privados que sean más actualizados y flexibles, en vez de la estructura burocrática que existe actualmente.
Así se resume la propuesta de transformación del Instituto Nacional de Aprendizaje (INA) que presentó el exdiputado Otto Guevara.
En entrevista con El Observador, Guevara detalló que la línea sería un sistema donde el instituto tuviera dos áreas pequeñas. Una se encargaría de la acreditación de los centros privados que ofrecerían los cursos y otra de auditoría sobre los requisitos y cumplimiento de los estudiantes.
Las clases del INA se sustituirían por los cursos y carreras técnicas en esos centros privados, donde los estudiantes pagarían con un voucher de recursos institucionales.
“El INA podría perfectamente funcionar con un grupo muy pequeño de empleados, trasladando al sector privado todo lo que es la capacitación mediante un proceso donde las empresas imparten cursos como los de la oferta del INA y otro montón de cursos que el INA no está impartiendo”, detalló el exdiputado y excandidato presidencial.
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Poco personal, pocas funciones
Con la participación del sector privado se esperaría aprovechar la flexibilidad que tiene ese gremio, en contraposición al entorno del sector público.
Según Guevara, ese sistema permitiría ahorrar los gastos de una planilla burocrática. “En lugar de tener el INA 1.600 funcionarios, muchos de ellos sindicalizados, con pluses salariales, con horarios diurnos, con horarios entre semana y no fines de semana, teniendo que pagar horas extra altísimas”, precisó.
De paso, podría mantenerse una oferta de cursos más actualizada que respondiera plenamente a las necesidades del mercado.
“Toda esa cantidad de recursos que se le va al INA en tener esa cantidad de funcionarios ese dinero se lo ahorra, se lo a los estudiantes y que los estudiantes escojan la empresa que está impartiendo los cursos”, cerró.
El INA en proceso de redefinición
Surgido en la década de los 60’s, el INA se concentra en la capacitación técnica de mano de obra.
Su presupuesto esencial proviene de los patronos, que tienen que darle al Estado el 1,50% de cada salario que pagan.
A inicios del 2021 se había aprobado una reforma que pretendía modernizar la institución. No obstante, lo referente al marco de contratación fue anulado recientemente por la Sala Constitucional.
La medida ha desatado preocupación dentro del Gobierno.
El actual Presidente Ejecutivo, Juan Alfaro, calificó la decisión como una “camisa de fuerza” para crear nuevos cursos, programas y servicios.
“Le permitía al INA impulsar una renovación en la oferta de servicios, por medio de la contratación de personal idóneo en condiciones competitivas. Al traérselo abajo la Sala devuelve al INA al siglo pasado y genera consecuencias que habrá que identificar”, señaló.
El Ministro de Comercio Exterior, Manuel Tovar, lo llamó por su parte una “zancadilla”. Recalcó que la decisión se sumaba al voto que truncó la reforma de Jornadas 4-3.
Primero jornadas excepcionales y ahora el Reglamento autónomo de servicio del INA, poniéndole una camisa de fuerza en su esfuerzo x capacitar el talento humano con la agilidad que las empresas demandan. Una nueva zancadilla de la Sala 4ta al desarrollo de nuestro país. Alarmante!
— Manuel Tovar (@Manuel_Tovar_R) December 6, 2023
A esas voces se ha sumado el sector productivo. En su caso reclaman la necesidad de un sistema de capacitación más expedito.
“La anulación del artículo 24 de esta ley es un retroceso sin duda en cuanto a la urgente transformación del INA a fin de que la institución pueda responder en tiempo a las necesidades de un sector productivo que requiere que la institucionalidad pública reaccione a una velocidad adecuad a las necesidades de formación profesional”, sintetizó la Unión de Cámaras (Uccaep) en un comunicado.
“Este escenario representa un retroceso que va en contra de la agilidad que requiere hoy la formación de talento humano que necesitamos para generar empleos y ser competitivos como país”, sumó por su parte el Director de la Cámara de Industrias, Carlos Montenegro.
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