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@Popcorn506
Justice League (La Liga de la Justicia) fue una de esas películas imponentes, impactantes e importantes que, a pesar de todo su potencial, dejó con un sabor de boca agridulce a muchos de los aficionados más implicados con el cine de superhéroes.
Sin duda, el gran reparto y la interesantísima historia eran unos alicientes enormes. Pero también lo era la implicación de Zack Snyder en la dirección con un proyecto y unas intenciones que atrajeron a millones de ojos.
Ben Affleck, Gal Gadot, Ezra Miller, Jason Momoa, Henry Cavill, Amy Adams, J.K. Simmons, Jeremy Irons, Connie Nielsen, Amber Heard, Diane Lane… podríamos seguir, porque estos nombres son solo parte de los rostros que se van sucediendo en la pantalla.
Un reparto que, en su conjunto, se podría definir como de los más importantes en lo que llevamos de siglo.
Pero, durante la producción, Zack Snyder sufrió un duro golpe en el ámbito familiar, debido al suicidio de su hija. Por eso tuvo que hacerse a un lado, incapaz de seguir con el proyecto.
El encargado de continuar con Justice League fue Joss Whedon, director cuya trayectoria encajaba a la perfección, y que había sido el encargado de llevar a cabo la última (hasta aquel momento) entrega de Avengers.
Sinsabor y el regreso de Snyder
Como hemos dicho, el estreno de 2017 no satisfizo por completo al conjunto del público y empezaron a correr los rumores de que Zack Snyder podría tener en mente la publicación de un montaje personal.
Los movimientos no se hicieron esperar y las redes sociales comenzaron a moverse con hashtags como #ReleaseTheSnyderCut, hasta el punto de que HBO anunció el estreno para marzo de este año.
Lo esperábamos como agua de mayo, aunque fuera marzo, y podemos decir que nos ha dado tanto para beber que nos ha saciado la sed. Porque, el montaje de Zack Snyder son, literalmente, cuatro horas de acción, pasión y sentimientos.
Son cuatro horas que, para muchos cinéfilos jóvenes suponen todo un reto, acostumbrados a experiencias instantáneas, rápidas, efímeras…
Aquí volvemos a enfrentarnos a un cine de sensaciones más profundas, en donde el director no se limita a exponer una historia de acción, sino que navega hasta la profundidad de cada uno de los personajes y nos hace tocar sus instintos y pesares.
¿La mejor obra?
La Liga de la Justicia de Zack Snyder puede que sea la mejor obra de cine de superhéroes desde los Batman de Christopher Nolan, en cuanto a seriedad y madurez de su propuesta.
Porque aquí, además de un entretenimiento especial y repleto de espectáculo, tenemos mucho más. Principalmente, que es una película que sigue proyectándose en nuestro interior horas y días después de verla. Hay planos, miradas y escenas que retumban en la memoria porque están grabadas y montadas con sentimiento y con intención de provocar lo mismo.
Pero, además, es genial poder disfrutar de una versión tan diferente y tan ambiciosa de una historia ya vista. Aquí es donde se puede percibir el genio de Snyder, que sigue plasmando un estilo propio y personal de un modo eficaz y del que seguiremos pidiendo más y más.
Porque eso es lo que ya empieza a moverse, de nuevo, por las redes. Snyder nos ha regalado una película con un final muy abierto.
Y también nos ha regalado la idea de que la saga podría continuar durante otras dos o tres películas. Nosotros nos apuntamos sin ninguna duda a ver ese universo de Snyder, que muchos ya denominan Snyderverse, y que puede suponer un giro en los próximos años.
Parece un proyecto demasiado ambicioso, demasiado difícil, pero es probable que el empuje de los aficionados, junto a la previsible ganancia económica que puede suponer, haga posible su llegada en los próximos años.
El tiempo nos dará o quitará la razón, pero apostamos que, si se plasman las consiguientes películas, y se hace al mismo nivel que esta, podemos estar ante una saga que derrumbe la hegemonía de Avengers y ponga el listón en nuevos valores y nuevas alturas.
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