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Aaron Conejo para El Observador
Nadie empieza a ir al gimnasio pensando que se va a ver igual que siempre, todo ese esfuerzo se justifica solo cuando se empieza a notar que los músculos aparecen en lugares que antes no teníamos, pero, para llegar a eso, se debe seguir un proceso que requiere de paciencia y, a veces, los cambios no llegan tan rápido como quisiéramos.
Pocas cosas pueden ser tan frustrantes como esforzarse por semanas, comer sano, ser constante, levantarse temprano, sudar, sudar y sudar un poco más y no ver resultados; pero, si renuncia en ese momento, nunca va a conseguir los beneficios de todo ese tiempo y esfuerzo que invirtió en el gimnasio.
¿Sabía que la mayoría de las personas que renuncian por frustración, lo hacen justo cuando no deberían hacerlo? Justo cuando los músculos estaban por aparecer y los cambios se harían evidentes.
Todas esas personas que ve en el gimnasio y que tienen el cuerpo que a a usted le gustaría tener, lo consiguieron de la misma manera que usted lo está haciendo en este momento; sólo que siguieron ahí a pesar del dolor, del cansancio y de los pocos cambios. Ellos llegaron a ese punto precisamente porque se quedaron.
Muchas personas no notan los resultados al principio, se van tantas veces que ya no pueden darse cuenta de si están mejorando o no, eso hace que piensen que todo su esfuerzo fue en vano y que, aunque no sea de forma consciente, comiencen a sabotearse a sí mimos.
Cuando se trata de hacer ejercicio, hay una forma de hacerlo bien y otras de perder el tiempo o de hacer que los resultados lleguen más tarde de lo que deberían, por eso consultar con experto es la mejor decisión, él puede decir algunas cosas que debe hacer desde el principio para ver mejores resultados.
Estos 5 tips pueden hacer toda la diferencia en tu rutina del gimnasio.
1. Tome una decisión y quédese con ella
No puede saber si un ejercicio funciona para para usted, si lo está cambiando todo el tiempo. Debe elegir una rutina o un estilo y quedarse con él el tiempo suficiente para empezar a notar cambios o para darse cuenta de que necesita algo diferente. La clave del ejercicio está en la constancia. No solo debe darle la oportunidad a una rutina, sino que también debe entrenar el tiempo suficiente. Menos de 3 días a la semana no le va a servir de mucho.
2. Tener un plan
El ejercicio debe ser su prioridad si quiere ver resultados. Para que nada se interponga en su entrenamiento, es importante que haga un plan y que tengas una agenda en el que apunte sus sesiones de entrenamiento para que no las olvide o para que no se crucen con otras cosas importante. Esto también te ayuda a prepararse mentalmente para llegar con una buena actitud al gimnasio.
3. Quédese con los motivados
Probablemente odie a esa persona que parece seguir la rutina sin problema y que sonríe mientras la realiza, pero, la verdad es que la actitud de los demás también puede afectar la suya. Quedarse cerca de las “mejores personas” significa que se vas a esforzar más por seguirle el ritmo y que va a hacer mejor cada ejercicio.
4. Escuche al entrenador
Tal vez cree que ya sabe cómo hacerlo todo, pero, la verdad es que los entrenadores pueden ver detalles que usted no estás viendo y pueden darse cuenta de que está haciendo un movimiento mal o que su postura es incorrecta.
5. No piene que puede comer más
La mayoría de las personas cree que, si están haciendo ejercicio, pueden consumir unas cuantas calorías de más sin consecuencias, pero, la verdad es que cada caloría cuenta y, de acuerdo con los nutricionistas, lo que come afecta sus resultados un 70%. Cada cosa que come cuenta y, si no cuida eso, los resultados no van a llegar.
Recuerde que más valen las acciones que las intenciones así que vaya a entrenar de la manera correcta para que disfrute de sus cambios.
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