Tomás Gómez
Desde 1980 Costa Rica se mantenía en una división administrativa de 81 cantones. En ese año se separó Garabito del cantón central de Puntarenas y no fue hasta 37 años cuando se creó un nuevo municipio. Esto dio pie a una ola de propuestas para seguir replicando el modelo.
Para liustrar basta con recordar que en las últimas Elecciones Municipales debutó el ayuntamiento de Río Cuarto. Para las votaciones de febrero del 2024 se estrenarán Monteverde y Río Cuarto y en el Congreso aún quedan vivos proyectos para generar ocho cantones más.
Se trata de tres 3 iniciativas que dejaron los diputados anteriores:
- Colorado de Guanacaste
- Ojo de Agua de Alajuela
- Paquera de Puntarenas
A ellas se suman cinco que han llevado los congresistas actuales:
- Cóbano de Puntarenas
- Jicaral de Puntarenas
- Peñas Blancas de Alajuela
- Tucurrique de Cartago
- Cervantes de Cartago
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En algunos casos, como ocurrió recientemente con Monteverde, se trataría de escalar una intendencia a alcaldía. En ese escenario la transición es un poco menos compleja, pues ya se cuenta con alguna estructura administrativa previa.
No obstante, en otros el reto sería empezar desde cero.
La Municipalidad de Monteverde es una de las debutantes en las próximas elecciones. Esta y Puerto Jiménez son los cantones más recientes y, al estar los dos en Puntarenas, convirtieron a la provincia en la tercera con más ayuntamientos (Archivo)
No tan rápido con los cantones
Mientras las propuestas siguen llegando a la Asamblea Legislativa, el Ministerio de Planificación (Mideplan) pega el grito al cielo por las consecuencias.
La ministra Laura Fernández pone como ejemplo Puerto Jiménez, el cantón más joven del país. Esta región fue separada de Golfito y ahora se le pronostican serios desafíos para echarlo a andar de manera autónoma.
Según la jerarca, que ya ha hecho la advertencia a los diputados, la generación de una nueva división política tiene que sustentarse en un proceso “ordenado y riguroso”. Esto implica sostenibilidad económica, capacidad de gestión y posibilidad de brindar servicios públicos.
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“No es que yo sea enemiga de las intendencias ni que yo no quiera crear cantones nuevos. Si no que creo que su creación tiene que depender de estudios y de criterios técnicos”, sostiene Fernández.
“Los cantones tienen que estar en capacidad de entregar a los munícipes los servicios públicos que indica el Código Municipal. Si nosotros creamos sin criterio técnico cantones, podríamos enfrentar a las personas que viven en ese territorio a problemas”, amplió.
Una de las preocupaciones clave de la creación de nuevos cantones es la generación de sus ingresos pues está el riesgo de que las contribuciones estatales se conviertan en la principal fuente de recursos para más de uno de esos potenciales municipios (Alonso Solano/El Observador)
