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Árboles genéticamente modificados traerían beneficios a ganaderos y cafetaleros

El mejoramiento genético de árboles para la creación un producto de alto valor económico es una alternativa que ha tomado…

Por Katherine Ulate A.

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Árboles genéticamente modificados traerían beneficios a ganaderos y cafetaleros
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El mejoramiento genético de árboles para la creación un producto de alto valor económico es una alternativa que ha tomado fuerza en los últimos años en el sector ganadero y cafetalero.

Lo anterior propicia beneficios ambientales y económicos a quienes deciden, además de su actividad comercial, ser productores de madera.

En nuestro país los primeros pasos se forjaron en el 2002 cuando el Tecnológico de Cartago (TEC), por medio de la Escuela de Ingeniería Forestal, inició con el proyecto Genfores (Gen: genética, Fores: bosque).

Su propósito consistió en seleccionar y reproducir los árboles de madera exótica y nativas para la actividad comercial. Actualmente se continúa con estos esfuerzos.

“Lo que trata el programa es de desarrollar material genéticamente superior para reforestar. Puede ser semilla, estaca, material que utilizamos para reforestación (…) los árboles crecen más, resisten más a la sequía, a enfermedades y tienen mejor calidad del tronco que los demás”, indicó Olman Murillo, especialista en Mejoramiento Genético Forestal del TEC.

Así mismo, los árboles crecen más rápido. Por ejemplo, la melina se sembraba y cosechaba en 12 años, con esta técnica lo hace en un plazo de 5 a 6 años; caso similar con la teca que se cosecha en 16 o 18 años cuando anteriormente crecía en 20 o 22 años.

El sembrar este tipo de árboles no solo traerá belleza paisajística y cobertura forestal; también dará un incentivo económico ya que la madera puede ser comercializado una vez que alcance su tamaño ideal.

Los árboles más comunes en los que se realiza el proceso son:

  • Teca
  • Melina
  • Especies nativas  

Debido a que la técnica se ha extendido a viveros en todo el país, dos entidades han instado a sus asociados a usar árboles alterados genéticamente y así obtener beneficios para sus cultivos, actividades y obtener un ingreso extra a futuro.

Se trata del Instituto del Café de Costa Rica (Icafe) y la Corporación Ganadera (Corfoga).

Bienestar animal

Corfoga descubrió que el utilizar este tipo de árboles en la división de los potreros donde se encuentra el ganado no solo crea cobertura forestal en las fincas y fija carbono; también propicia sombra para los animales y, a su vez, estimula el cultivo de madera.

La entidad indicó, mediante el Departamento de Proyectos, que además de implementar divisiones más vistosas, se busca “obtener madera que le va a generar un ingreso extra al producto que producen y que también sirva para bienestar animal”.

Mediante un convenio de cooperación con el Fondo Nacional de Financiamiento Forestal (Fonafifo), firmado el 30 de marzo de este año, se daría el financiamiento a los ganaderos de ₵ 3.500 por árbol para que sean sembrados en forma de hilera en las divisiones de las fincas.

El financiamiento se da hasta por ₵5 millones por proyecto. Es decir, permite a las personas adquirir 1.428 árboles por plan.

“El productor requiere un fiador para poder adquirir un crédito, la tasa es fija de un 5%, se hace un pago de intereses anual y se hace una amortización por medio del pago de servicios ambientales durante el quinto año”.

“Entonces se le hace pago por servicios ambientales por las especies que el productor sembró en el sistema de hileras y eso va de una vez a amortizar el crédito que está obteniendo”, indicaron en la institución.

De esta forma, el productor desarrolla el sistema de silvopastoriles, es decir, asocia la producción de madera con la ganadera sin alterar el orden de la propiedad ya que funcionan como complemento.  

Creadores de microclimas

El Icafe emplea un programa de doble beneficio que permita la captura de dióxido de carbono y mejora los suelos en donde se siembra el café debido a la sombra que crea.

Se trata del Sistema Agroforestal de Café (SAF) que inició en el 2018 a nivel nacional en todas las zonas cafetaleras del país bajo la cobija de Nama-Café.

Actualmente el Icafe ha propiciado la siembra cercana de 70.000 árboles mediante un Fondo no Rembolsable.

“La idea es que los productores de café vayan arborizando sus cafetales y para eso se les da un incentivo de $2 por árbol que siembren”, explicó Víctor Vargas, de Producción Sostenible de Gerencia Técnica del Icafe.

Parte de los beneficios que los productores obtienen se encuentra el mejora el microclima dentro del cafetal debido a que hay un menor aumento de temperatura, esto mejora las condiciones de suelo del lugar y, por ende, del café.

También se reforesta con frutales que sirven para autoconsumo y comercialización. Además los árboles propician la capturan de carbono.

“El productor del café tiene que comprar los árboles a productores que están debidamente acreditados e inspeccionados para garantizar la calidad, no le pueden comprar a cualquier productor porque se debe garantizar la calidad del árbol que se va a adquirir”, agregó Vargas.