Tomás Gómez
Liberación Nacional se llevó un doble golpe inédito en la votación de la segunda ronda electoral: por una lado sumó una tercera derrota consecutiva y por otro quedó sembrado, una vez más en la oposición, donde por primera vez pasará 12 años.
Pese a haber acariciado la Presidencia de la que salieron en 2014, los liberacionistas no lograron mantener el primer lugar que conquistaron por amplio margen en la primera ronda.
Con los datos aún en caliente y conscientes de que hay por delante un período de análisis y transformaciones, varios líderes del partido hacen diagnósticos iniciales donde aparecen los primeros mea culpa liberacionistas.
Desde la comunicación hasta la cercanía con el Gobierno actual formaron parte del veredicto.
Cercanías, status quo y un cambio de posiciones en el PLN
Fernando Zamora y Guillermo Constenla fueron dos de los aspirantes que inicialmente valoraron buscar la candidatura para estas elecciones.
Aunque los dos desistieron y apoyaron a José María Figueres, conocen el PLN muy bien por dentro. Uno fue Secretario General y el otro Presidente de la agrupación.
Zamora enlistó lo que a su criterio son tres flagelos que debe enfrentar el partido:
- Corrupción: según él, el liberacionismo “sigue vivo” pero no puede seguir cautivo de intereses político-económicos de quienes han usado la bandera como vía de poder.
- Rol opositor: “Si somos oposición nuestros diputados tienen que ser coherentes con ese mandato. Es inaceptable sobre diputados nuestros sujetos al poder de turno para aprobar legislación antipopular”, afirmó.
- Claridad de posturas: “En los grandes temas tenemos que asumir posiciones claras; salvo que exista una evidente razón para el cambio es inaceptable que en la mañana se tenga una tesis y en la tarde otra”, comentó.
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Constenla, por su parte, lamentó que la agrupación haya caído en lo que denominó “una excesiva defensa del status quo“; esto principalmente en cuanto al aparato estatal.
“No hemos sido claros en ese tipo de propuesta; así como en la necesidad de revisar una serie de instituciones que han podido servir a lo largo de las últimas décadas pero que como todo en la vida se desgasta”, sostuvo.
Para él, además, hay un problema con la comunicación que frena el llegarle a los votantes.
“Una de las cosas que puede ser que Liberación no haya tenido muy presente puede ser que la propuesta no le ha producido la ilusión y el encanto suficiente al electorado”, destacó.
Su análisis es claro también en que si bien hubo un amplio respaldo a Liberación Nacional en la elección legislativa, en un país como Costa Rica los partidos también tiene misión en el Poder Ejecutivo haciendo Gobierno.
“Seguimos hablándonos entre nosotros mismos”
Otro que hace énfasis en el tema de comunicación es Antonio Álvarez, excandidato y exdiputado del PLN.
Detalla que hay problemas para llevar los mensajes a quienes no pertenecen al PLN así como en comunicación digital. Mientras tanto la política tradicional sigue teniendo un alto peso.
“Seguimos teniendo una comunicación tremendamente tradicional y le damos todavía una gran importancia a muchas actividades partidarias en los diferentes lugares del país; y menos importancia a todo lo que es la comunicación con las poblaciones que no tienen partido”, mencionó.
“Dedicamos muchísimo tiempo a ir a hacer reuniones en todos los pueblos con la gente de Liberación; pero seguimos hablándonos entre nosotros mismos y no le estamos llegando a las personas que no van a las actividades políticas nuestras”, prosiguió.
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Otro de los ejes en los que centró sus críticas fue en la necesidad de tener más claridad con las posturas del partido.
“A veces queremos quedar bien con todos los grupos y por querer quedar bien con todos los grupos lo que hacemos es que incurrimos en contradicciones “, destacó.
Pasado el proceso electoral, Álvarez identifica dos áreas donde deberá trabajar Liberación.
La primera es la Asamblea Legislativa, donde con 19 diputados los verdiblancos seguirán siendo la fracción más nutrida. De ese grupo indicó que deberá ser una oposición fuerte pero constructiva y vigilante de las garantías democráticas, evitando un Gobierno vía decreto.
Desde lo interno, por su parte, mencionó que inminentemente se deberá convocar a encuentros y análisis. Estos, aclaró, deberán abarcar todo el país y no solo el Valle Central.
Un partido que se divide desde las bases
Uno de los diagnósticos más severos a nivel partidario lo ofreció la diputada Franggi Nicolás. Para ella los problemas de Liberación se generan desde las bases.
A su criterio hay que revisar sistemas como las asambleas distritales que además de ser caras generan desencuentros desde el primer momento y que luego complica la reunificación de cara a elecciones contra los partidos rivales. Ella agregó que los ganadores de estos procesos de base deberían ser respetados y encabezar las papeletas.
“Quien demuestra el liderazgo debe ser el representante que le toque llevar ese cargo en los puestos elegibles de representación popular”, afirmó. La política debería regir tanto para definir diputaciones como cargos municipales.
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Otra área donde el partido ha flaqueó según su análisis y debería abordarse es en la inclusión del movimiento juvenil. Esto por cuanto desde ahí se ven liderazgos que no logran llegar a la primera línea política.
Hacia afuera, por su parte, sugirió la separación del mensaje fundacional del PLN ya fuera por intereses o la llegada de personajes que no están identificados con el mensaje.
“Liberación Nacional tiene que volver a ser un partido que le hable a los costarricenses con claridad ideológica socialdemócrata. Las proclamas de don Pepe son perfectamente aplicables en tiempos modernos”, puntualizó.
Más integración interna y externa en el PLN
Quienes han tenido protagonismo en la actual Asamblea o lo tendrán en la siguiente también hicieron su lectura de los hechos.
La diputada Karine Niño resaltó la necesidad de unir a los sectores del liberacionismo, incluyendo también a las municipalidades.
“Con base a lo anterior se puede trabajar en pro de recuperar la confianza de la población sobre todo en las costas y comunicar de una mejor forma ajustada a los tiempos actuales”, comentó.
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En ese aspecto coincidió la también diputada Ana Lucía Delgado, quien señaló que la representación liberacionista debe saber adaptarse y responder a las diversas coyunturas.
Kathia Rivera, presidenta del partido y electa como diputada para el periodo entrante puso como prioridad el llegar a más sectores.
“El problema para nosotros no es estructural, ahorita es como volver a reenamorar a todas las causas sociales que no se sienten representadas por el PLN”, aseguró.
