Tomás Gómez
El Partido Liberación Nacional (PLN) no logró sostener la ventaja con que ganó la primera ronda y acabó derrotado en el balotaje de este domingo 3 de abril, que le dio la Presidencia a Progreso Social Democrático.
¿Qué pesó para terminar teniendo un resultado así? Diferentes expertos consultados por El Observador coinciden en una mezcla de razones que contribuyeron a frenar -desde adentro- el proyecto verdiblanco de volver a Zapote tras dos períodos fuera.
El primero fue el contexto de la campaña y el rechazo que generaba el expresidente (1994-1998) José María Figueres como candidato. Ello afectaba también a Rodrigo Chaves, que tenía su cuota propia de anticuerpos y que concentró en ello una buena parte de la campaña, mediante la personalización de las opciones en contienda.
“No hubo tema de fondo, Fue una campaña con un pantano de temas, pero un pantano pero un pantano escaso de profundidad. Se habló de todo un poco pero no se habló de nada en profundidad y con detalle. Eso hace que la campaña se concentrara en el carácter individual del candidato”, explicó la politóloga Eugenia Aguirre.
Por ello, advirtió, es poco lo que se sabe de los planes de Gobierno más allá de lo planteado por escrito.
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“Liberación no tuvo la capacidad de contraatacar y se pusieron a la defensiva”, agregó por su parte el analista Constantino Urcuyo.
Él sumó además que se dejó la opción de que fuera el rival quien definiera el tono de la campaña.
“La logró posicionar (Chaves). El fue el que definió el terreno de batalla de la campaña”, puntualizó.
Pasada la primera ronda, Figueres estuvo sin agenda pública por casi 2 semanas mientras su rival, Rodrigo Chaves, logró posicionarse. (Alonso Solano/El Observador)
El debate y la falta de lectura
Urcuyo suma a su dictamen otros elementos que terminaron de afectar las aspiraciones figueristas.
El primero fueron los debates, sobre todo los de Grupo Extra y las radios Monumental y Columbia. En ellos, agregó, al aspirante le faltó respuesta, que mostró hasta que se llegó a otros encuentros de manera tardía.
“Hubo gran agresividad de parte de Rodrigo Chaves y cierta incapacidad de responder a la agresión de parte de José María. Después se concretó esa posibilidad de contraataque”, señaló.
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A ello agregó la falta de respuesta partidaria a diversos ataques que recibía el candidato.
“Los dirigentes dejaron solo a don José María”, analizó. Resaltó que no hubo defensas claras por parte de actores como los candidatos a diputados, la fracción actual y otras figuras.
“Nadie lo defendió, lo dejaron solito y fue presa fácil de la gran agresividad”, apuntó.
El experto detalló la falta de lectura a lo interno del PLN sobre el “cambio” que buscaba la ciudadanía. En ello, el rival logró sacar una ventaja mucho más amplia.
Otro elemento destacado fue la comunicación sobre todo al arranque, cuando se movía la idea “Costa Rica merece ganar”.
“Ahí cometió la campaña de José María un error que comenten muchas campañas. Creen que son los publicistas los que ganan la campaña y no la dirección política que define las cosas la que gana”, aseveró.
Diamante y más cuestionamientos
Gina Sibaja, analista de comunicación política, trajo a colación otro conflicto con el que lidiaba el PLN y que su rival capitalizó: escándalos de corrupción.
Por un lado citó la historia de Figueres donde se le sigue reflotando el Caso Alcaltel. Por otro se sumó el Caso Diamante, donde se abarcan a varios de los alcaldes verdiblancos más conocidos. Ello abrió las puertas a que discursos anticorrupción cobraran fuerza y ya no estuvo el PAC para concentrarlos, permitiendo que Chaves se empoderara con ese mensaje.
Ella abonó también a la teoría de que el PLN tiene un techo de apoyos que no le alcanzaba para ganar en febrero. De ahí se pasaba a la etapa del balotaje donde debía gestar más alianzas que no llegaron.
“Figueres andaba coqueteando con los neopentecostales, andaba coqueteando con los liberales y no logró enganchar con ninguno”, anotó.
Sibaja recordó además episodios como el viaje a República Dominicana y las sospechas que venían a generarse.
Chaves y Figueres mantuvieron 5 debates de previo al balotaje (Tomás Gómez/El Observador)
A Liberación se le niegan las segundas rondas
Otro dato llamativo de la derrota liberacionista del fin de semana es que no se cumplió el adagio popular de que “la tercera es la vencida”. Esto en alusión a que las tres veces que el PLN ha pasado al balotaje (2002, 2014 y 2022) ha terminado derrotado.
La tendencia no tiene una única explicación pues según Urcuyo en cada año la coyuntura fue distinta.
En 2002 a Rolando Araya le tocó enfrentarse a Abel Pacheco del PUSC, que daba un perfil más carismático. Para 2014 Johnny Araya desistió de previo por falta de recursos y este 2022 aunque Figueres llevó la campaña hasta el final no fue suficiente.
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La derrota en este proceso, eso sí, tendrá un matiz distinto pues es la primera vez en la Segunda República que el PLN pasará al menos 12 años fuera del poder.
En las otras ocasiones que perdió elecciones, la agrupación estuvo un máximo de 8 años como opositora, mientras el PUSC dominaba Zapote.
“Es un mensaje muy fuerte por parte de la ciudadanía que la agrupación deberá analizar con detalle, analizar donde están las explicaciones”, concluyó Aguirre.
Polémicas por videos relacionados a imágenes de suicidio y un viaje a República Dominicana que se comunicó a posterioridad también llevaron ruido a la campaña en que Figures buscaba la reelección (Cortesía)
