Hermes Solano
El operativo realizado este martes por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) dejó ya 27 personas detenidas; de ellas, 14 son funcionarios de Acueductos y Alcantarillados (AyA).
A este trabajo se le llama “Operación Azteca” en vista de que uno de los líderes del grupo criminal es de origen mexicano, quien contaba con el apoyo de colombianos y nacionales.
De acuerdo con las primeras pesquisas, este grupo se dedica al tráfico de drogas y cuenta con mucho dinero en efectivo.
Por ello decidió aliarse con los funcionarios para participar en la construcción de obra pública.
El OIJ contabilizó 17 obras adjudicadas a dos empresas de este grupo criminal, la mayoría en el Pacífico Central y por un monto que ronda los ¢678 millones.
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Insertado en la economía del país
“Obtuvieron contratos de realización de obra pública en Orotina, Quepos, Sabalito, Ciudad Neilly…”, dijo Wálter Espinoza, director del OIJ.
“Este grupo criminal, como consecuencia del tráfico de drogas, había acumulado gran cantidad de dinero en efectivo y requería insertarlo en la economía costarricense”, dijo Espinoza.
El jerarca judicial no descarta que tras los allanamientos se descubra que haya muchos otros contratos a favor de las empresas de esta estructura criminal.
Por eso, afirma, se acercaron a los funcionarios del AyA, principalmente en el Pacífico, quienes habrían colaborado con información para que ganaran las licitaciones y eso les permitiera lavar el dinero.
“Los empleados públicos les facilitaban la posibilidad de confeccionarles los documentos de participación, acomodar las licitaciones, indicar las fechas, presupuesto y datos de otros participantes”.
El detenido de apellido Camelo es líder de la organización.
Decomisos
Las autoridades decomisaron 22 inmuebles y además 33 vehículos, la mayoría maquinaria pesada que se utilizaban para los trabajos de construcción.
Además, hubo decomiso de dinero en efectivo.
El OIJ también allanó las oficinas centrales de Acueductos y Alcantarillados.
La investigación comenzó en 2019 luego de que detuvieran a un mexicano en Zapote con 195 kilos de cocaína.
A este hombre se relacionó con un colombiano, que ya tenía antecedentes por narcotráfico y al ampliar la investigación se hallaron vínculos con más personas, tanto extranjeras como costarricenses.
“Se logró determinar que estos sujetos, al parecer, creaban empresas dedicadas a la construcción, con sociedades bien conformadas.
Para ello, aparentemente contaban con la ayuda de una abogada ubicada en Puntarenas, quien además al parecer les ayudaba con el traspaso de propiedades y la consulta de vehículos para determinar si eran vehículos policiales”, dicta el parte del OIJ.
El grupo era liderado por un sujeto de apellido Camelo (colombiano) y otro de apellido Montaño (mexicano).
