Desde la Columna
Dermatóloga Dra. Dinora Ochy para El Observador
Las cicatrices queloides son el crecimiento excesivo y anormal de tejido cicatricial al repararse la piel tras alguna ruptura de la misma, que pueden tener un color rojo oscuro y tiene una superficie dura al tacto y en ocasiones pueden también causar picor o dolor sobre la cicatriz.
La causa exacta definitiva de producir este tipo de cicatrización exagerada en la fase de reparación no se conoce, pero en situaciones normales, nuestro cuerpo crea una cicatriz para sanar una herida y en las cicatrices queloides nuestro cuerpo no puede parar sus procesos celulares de reparación de la piel realzando un crecimiento excesivo de cicatriz, que puede producirse mucho después de que la herida inicial haya cicatrizado y puede continuar creciendo durante un período de tiempo hasta 1 año.
Sabemos que hay personas que están más predispuestas a generar este tipo de cicatrización ayudados por la predisposición genética, ya que es más frecuente en las personas de piel oscura, razón por la que vemos más afroamericanos, asiáticos e hispanos que son más propensos a desarrollarlos que los de tez blanca entre la edad de los 10 y los 30 años.
¿Por qué se producen? Diagnóstico y tratamiento
Pueden producirse queloides por mínimos traumas como los arañazos pequeños, por quemaduras, después de cirugía, también en lesiones posterior a acné y varicela, después de la perforación de la piel para un arete, posterior a un tatuaje y hay personas que las hacen de forma espontánea en la piel.
Se localizan con mayor frecuencia en el pecho, así como en los hombros en su parte alta de la espalda, también en abdomen después de cicatrices por cesárea y en el lóbulo de las orejas.
El diagnóstico lo realizamos clínicamente con su aspecto característico, pero en ocasiones y en caso de duda se puede realizar una muestra de piel, para analizarla en una biopsia.
El tratamiento es muy difícil porque tiene mucha tendencia a reaparecer y por eso vamos a utilizar tratamientos combinados para una mejor efectividad.
El tratamiento más clásico es la infiltración mediante inyección en la misma lesión de corticoides y previamente a veces aplicamos nitrógeno líquido para que la cicatriz esté más elástica para la introducción del medicamento. También puede ser útil la compresión con láminas de silicona o con apósitos de poliuretano y estas medidas también las tomamos en prevención de personas que tienen queloides para intentar prevenir que aparezcan después de una cirugía.
Otros posibles tratamientos es la inyección de interferón y cremas de silicona con el mismo o la aplicación de láser que suele ser coadyuvante en los tratamientos anteriores.
La cirugía es una opción de tratamiento, pero no suele ser eficaz, ya que la mayoría de los casos va a volver a reaparecer más de la mitad y además se puede producir un queloide de mucho mayor tamaño.
Es importante tomar medidas preventivas para evitar esta clase de cicatrices como son en los pacientes propensos a queloides o pacientes con historia de cicatrices queloides deben evitar daños innecesarios en la piel, como piercings y tatuajes. Si se necesitan cirugía, los pacientes deben trabajar con su médico en un plan postoperatorio para minimizar la cicatrización.
Dinora Ochy
Dermatóloga
Teléfono: 22833232
Email: [email protected]
Webpage: www.clinicasantaisabelcr.com
Instagram: @clinicasantaisabell
Facebook: Clinica Santa Isabel, Estética y Odontología
Dirección: Frente al colegio de Ingenieros y Arquitectos en Curridabat
Desde la Columna
