Sergio Arce
El sábado 14 de enero, a eso de las 10 p.m., dos sujetos intentaron asaltar a un hombre en Tibás. Sin embargo, el hecho no se consumó gracias a la acción de Tommy, un perro American Stafford de tres años que caminaba al lado de su dueño.
El animal se abalanzó contra uno de los sujetos y este le disparó. En un video que circula en redes sociales se escucha el grito de Tommy. Luego, se ve a los sospechosos cuando huyen e instantes después al animal corriendo detrás de su propietario.
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La acción de Tommy no debería ser considerada como extraña en perros de esta u otras razas que tienen un fuerte vínculo con sus propietarios.
Esta es la conclusión de Ariel Meléndez, médica veterinaria de Medical Pets, miembro de Medismart. Con ella coincide Mauricio Jiménez, director del Hospital de Especies Menores y Silvestres de la Universidad Nacional (UNA).
El especialista agregó que ese tipo de reacciones también responden cuando hay un detonante que los animales hayan asociado con un hecho del pasado que signifique peligro. Y esto puede ser tanto para ellos como para las personas que los rodean.
Tanto Jiménez como Meléndez comentaron que los animales tienen una capacidad de detección del riesgo más alto que los humanos.
Esto gracias a un nivel mucho mayor de sensibilidad (de sensaciones como estrés, miedo), pero también de olfato (detección de feromonas).
Sobre las feromonas es importante destacar que se trata de sustancias que los seres humanos producen y que son capaces de modificar el comportamiento del individuo que las percibe.
Quizás este fue el caso de Tommy, que ya está de vuelta en su casa y ahora deberá llevar una terapia especial para que progresivamente tenga una vida sin mayores dificultades.
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Cualquier raza
Los dos especialistas consultados por El Observador indicaron que existen razas con mayor propensión que otras -por genética o crianza- a desarrollar un sentido de protección ante situaciones de riesgo o peligro.
Algunas de las mencionadas por ellos y otras que la literatura científica identifica son:
- Bóxer
- Bullmastín
- Doberman
- Pastor alemán
- Pastor belga
- Rottweiler
- Staffordshire terrier
- Schnauzer gigante
- Chow chow
Meléndez comentó que aunque haya razas más propensas que otras, hay un factor importante que puede desarrollar este sentido de protección del espacio y de quienes lo rodean en cualquier raza: los estímulos que recibe en la crianza.
De allí que la especialista y el director del Hospital de Especies Menores y Silvestres de la Universidad Nacional (UNA) enfatizaron en varios aspectos o elementos:
- Los cachorros no deben ser separados de sus mamás muy rápido. Esto los puede marcar en su conducta (las mamás deben enseñarles a ser perros).
- Adecuada socialización de los perritos con otros animales y personas.
- Velar y supervisar la dinámica entre los perros y niños; no por maldad del animal.
- No invadir su espacio en momentos como la comida
- No tenerlos amarrados
- No estaría de más entrenarlos con un profesional en la materia.
En el caso de animales de la calle, Meléndez apeló a la paciencia, porque muchas veces su comportamiento es más por miedo que por violencia bajo la que estuvieron sometidos.
También enfatizó en la importancia de no obviar los refuerzos positivos, como la recompensa con una galleta cada vez que realiza una acción o tarea deseada. Igualmente ella indicó que un apoyo importante es un etólogo canino cuando las conductas sean violentas.
Jiménez, por su parte, explicó que cuando se trata de razas mixtas y llegan a un hogar donde se les provee amor y cuidado, ellos innatamente desarrollan un sentido de protección.
¿Una conducta para ‘corregir’?
El director del Hospital de Especies Menores y Silvestres de la Universidad Nacional (UNA) y la veterinaria de Medical Pets pidieron a la población que tiene perros -en especial razas grandes- que se tome el tiempo de conocer a su perro.
Pero, ante todo, de que lo orienten de la mejor manera en aras de una sana convivencia con sus allegados y otros animales.
Entonces: ¿La acción de Tommy rompe con esta ‘sana convivencia’? A lo que Meléndez concluyó:
“En cuanto a su conducta me parece una respuesta totalmente natural de un animal que en su instinto percibe una situación de estrés y peligro, que sintió una amenaza y actuó para defenderse”.
“También habría que ver si es un patrón que él maneja, que es agresivo ante todo extraño, aunque no tenga intenciones hostiles.
“Pero si se dio al momento no veo que haya que corregir algo, aunque existe el peligro para la mascota. Pero si no es conducta repetitiva, no veo que haya algo que arreglar”.
La historia del perrito baleado en Guanacaste
Mauricio Jiménez, director del Hospital de Especies Menores y Silvestres de la Universidad Nacional (UNA), contó la historia de un perro mixto que recibió balazos en Guanacaste hace unos tres años.
El especialista comentó que el animal no se sentía cómodo con la presencia de un hombre -sospechoso de cometer delitos- que pasaba cerca suyo.
Cada vez que el sujeto se acercaba, el animal ladraba con especial furia. Un día el hombre lo vio y le disparó en varias ocasiones.
El perro fue trasladado hasta el centro médico veterinario de la UNA, donde lo atendieron, le extrajeron tres balas y le realizaron varias operaciones. Afortunadamente se recuperó y en la actualidad el perro no presenta secuelas.
Allí lo bautizaron con el nombre de “Balita” y vive con una terapeuta física que en encariñó y lo adoptó. Por su parte, el sospechoso de propinarle los balazos huyó de Costa Rica, agregó el veterinario.
