Tomás Gómez
El presidente Rodrigo Chaves, su esposa Signe Zeicate y sus hijas a la entrada al Congreso. (Eyléen Vargas/ Ojo por Ojo/ El Observador)
Pasadas las 10 a.m. de este domingo el presidente del Congreso, el verdiblanco Rodrigo Arias Sánchez le puso la banda presidencial a Rodrigo Chaves Robles quien a sus 60 años se convierte en el cuadragésimo noveno mandatario de Costa Rica.
Su llegada al cargo sigue teniendo algunos matices sorpresivos y su historial político trae algunos ajustes a las líneas que siguió el país por décadas.
Uno de los más llamativos es que por primera vez desde el 2006 el país no será comandado por un especialista en Ciencias Políticas. Óscar Arias, Laura Chinchilla, Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado tienen un título universitario en esta rama.
Chaves no. Él es economista agrícola, graduado de la Universidad Estatal de Ohio.
Otro ajuste será el escenario, pues por primera vez la ceremonia se hará en la Asamblea Legislativa. Ello no se había visto nunca desde la fundación de la Segunda República en 1948.
Finalmente está otro dato clave: el nuevo presidente proviene de un partido totalmente nuevo.
Desde 1949 el país estuvo gobernado por Liberación Nacional o el bloque socialcristiano de turno. Tras participar y fallar en varias elecciones, el PAC se sumó a la lista en 2014 y repitió en 2018.
Ahora será el turno de Progreso Social Democrático, una agrupación con apenas 2 años de historia que entrará por la puerta grande a Zapote.
Tras abandonar el Gobierno del PAC, Chaves coqueteó con varios partidos, incluyendo el Republicano del expresidente Rafael Ángel Calderón, pero finalmente se sumó a una fuerza recién fundada. (Archivo/El Observador)
De Washington D.C. a Zapote, pasando por Yakarta
Hasta el 2019 el currículum de Rodrigo Chaves tuvo poco que ver con Costa Rica.
A finales de los años 80 se marchó a Ohio y ahí obtuvo su grado, la maestría y finalmente el doctorado en economía.
De ahí saltó al Banco Mundial donde fue construyendo una carrera que lo envió a los destinos más diversos.
Estuvo destacado en programas para Turquía, Europa del Este y Asia Central y luego volvió a Washington para dirigir una oficina que atendía a América Latina y el Caribe.
Para 2013, por su parte, se le destinó a Yakarta, Indonesia.
Desde ahí despachaba en 2019 cuando Rocío Aguilar, la célebre Ministra de Hacienda del Gobierno saliente tuvo que renunciar por las maniobras que tuvo que hacer para manejar el hueco fiscal dejado por la primera administración del PAC.
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Era noviembre de ese año y el presidente Carlos Alvarado anunció que el cargo sería asumido por un costarricense que venía de altos internacionales y de quien se conocía poco en el país.
Pasados los años y los escándalos, Alvarado ha dicho que el currículum llegó vía la Ministra de Planificación, Pilar Garrido. Lo que nunca ha quedado claro fue quién se lo recomendó a ella.
Recuerdo de la época de Chaves como estudiante de la UCR, aunque finalmente se graduó en Estados Unidos. (Tomado de Facebook)
Medio año tumultuoso
Chaves tomó Hacienda para cerrar el 2019 y arrancar el inédito 2020, donde el mundo entero quedó de cabeza.
A inicios de ese año, el entonces jerarca compareció en el Congreso y presentó un plan con que se pretendía atender las finanzas públicas. Fue ahí donde se adelantó la intención de recurrir al FMI y se puso nombre a instituciones públicas que podrían ser vendidas: FANAL y BICSA.
Aparejado a ello, sin embargo, vino el covid-19, las restricciones y una nueva realidad que ponía en jaque, otra vez, a las finanzas públicas.
Fue en ese escenario que surgió la posibilidad de poner un impuesto especial a los salarios de más de ¢500.000. Cuando la idea trascendió y el escándalo estalló, Casa Presidencial se desligó del plan. Al respecto, Chaves ha insistido en que la entonces Ministra de Comunicación le informó que le “zafarían la tabla” y a partir de ahí se aceleró el deterioro de la relación con el Gobierno del que formaba parte.
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Lejos de maquillar las diferencias, los jerarcas fueron ventilándolas y llegó un nuevo reto: la ley que sacó a las municipalidades de la regla fiscal.
Chaves hizo pública una carta donde pedía su veto al presidente pero este optó por respaldar la iniciativa.
Fue cuestión de días para que en una movida tarde de mayo del 2020 Chaves fuera sacado de Zapote junto a Nancy Marín -jerarca de Comunicación- y Luis Adrián Salazar -de Ciencia y Tecnología-.
Aunque Chaves apenas llegaba a medio año en el cargo, el oficialismo habló de un “refrescamiento del Gabinete”.
A partir de ahí el ministro saliente se volvió un crítico recurrente a la gestión del PAC y su nombre fue adquiriendo matices presidenciables.
A inicios del 2020 las figuras del PAC salían en defensa de Chaves y lo acompañaban en la presentación de proyectos de ley (Presidencia)
Pedir perdón
La repentina aparición de Chaves en la escena política generó perspicacias desde un inicio, entre sombras de una posible salida accidentada del Banco Mundial.
Los rumores se cocinaron por años y quedaron claros a mediados del año anterior cuando trascendió la sanción que le había impuesto la institución.
El veredicto lo halló culpable de “conductas sexuales indebidas” y mostraba como se le habían suspendido las promociones laborales y se le había degradado del cargo.
La información distaba de la versión dada por el jerarca cuando volvió al país, pues según él regresaba a atender asuntos familiares.
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Esas revelaciones de antecedentes fueron cobrando fuerza a la vez que su candidatura cobraba notoriedad.
Incluso fueron portada de prestigiosos medios como el Wall Street Journal y New York Times y aunque Chaves las negó y atacó a la prensa reiteradamente por las publicaciones, una vez electo ofreció disculpas a las denunciantes.
“Lamento profundamente las acciones que ocurrieron hace 15 años y que afectaron a excolegas mías en el Banco Mundial. De forma tal que ellas sintieron la necesidad de presentar una queja de acoso”, dijo entonces.
La figura de Pilar Cisneros, ahora diputada, fue clave para levantar la campaña de Rodrigo Chaves (Tomado de Facebook)
El país que vendría
Aparejado a los señalamientos y ataques que hacía la campaña de Rodrigo Chaves a sus rivales, la prensa y hasta a un sector del empresariado, surgieron también las promesas de campaña que ahora, desde el Gobierno tendrían que materializarse.
Por un lado está la promesa de bajar desde el primer día el precio de bienes y servicios esenciales. La lista abarca arroz, medicamentos, insumos agrícolas y hasta la luz.
A ello se sumaban propuestas de dificil cumplimiento legal como referendums hasta ver las pensiones de lujo.
Todas esas ideas han empezado a matizarse ahora que el mandatario electo se enrumba a Zapote.
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El propio Chaves ha señalado que las rebajas de precios que haría vía decreto no serían tan inmediatas y el Gabinete que escogió también ha explicado las limitaciones que habría para ideas como tocar pensiones o bajar los costos del ICE.
Otro reto será el aparejar un variado Gabinete que en teoría se hizo por concurso público pero que reúne diversos representantes del espectro político.
Una diputada del PLN, tres exviceministros de Carlos Alvarado, fichas fieles de Chaves y otras componen la lista de 18 ministerios y 22 instituciones autónomas a las que apenas la semana pasada terminó de nombrar cabezas.
El Gabinete que tendría Chaves fue una de las incógnitas que siempre lo acompañó (Cortesía)
El comienzo de su gestión
Además de los señalamientos de acoso, la candidatura de Chaves enfrentó denuncias por temas de financiamiento que ahora avanzan en la vía judicial.
En medio de una dura campaña, siempre caracterizada por los ataques, sus aspiraciones fueron creciendo y confirmando las tendencias de los días previos a la votación, logró consolidarse como la segunda opción más votada en febrero.
En esa primera vuelta su rival José María Figueres le ganó por 220.000 votos. Se abrió así el balotaje y tras una campaña aún más dura, Progreso Social Democrático revirtió la tendencia y ganó la presidencia por más de 110.000 apoyos.
Justo tras triunfar, Chaves anunció su deseo de tener el Traspaso de Poderes con un lleno total en el Estadio Nacional.
Pasados los días, sin embargo, la propuesta se cambió por la ceremonia mucho más modesta que habrá en el Congreso este domingo.
La diputada Pilar Cisneros dijo al respecto que preferían evitar grandes gastos y tener una celebración al cabo de 4 años, con buenos resultados de Gobierno.
La cuenta regresiva para satisfacer todas las promesas y poder festejar el 8 de mayo del 2026 comenzará a correr este domingo, cuando de inicio la Administración Chaves Robles.
Chaves está actualmente casado con la economista letona Signe Zeicate. Juntos tienen una hija llamada Isabela. Chaves es además el único hombre de una familia de 6 hermanas (Cortesía PPSD)
