Tomás Gómez
La concentración de las líneas de autobuses entre pocas manos deja a las autoridades, y sobre todo a los pasajeros, sin mucho margen de acción ante los problemas que se presenta el gremio.
Así lo advierte la Comisión para la Promoción de la Competencia (Coprocom); tras analizar el mercado y detectar alta concentración, falta de concursos y otros problemas.
“La Administración cada vez tiene grupos más fuertes, enfrenta un mayor poder de negociación de parte de estos grupos que están muy concentrados; y que le inhibe tener la capacidad suficiente para exigirles un servicio de calidad”, resumió la comisionada Viviana Blanco.
“Por otro lado, el usuario simplemente es un sujeto pasivo que tiene que acatar las condiciones que se le imponen; sin que exista una competencia por el mercado a través de licitaciones públicas”, agregó.
Todo queda en familia
La comisionada Blanco expuso los hallazgos de Coprocom durante un foro convocado por Lead University que analizó por qué Costa Rica es un país caro y que se realizó la semana anterior.
Ella y varios expertos más reiteraron que el tema de competencia es fundamental para entender este fenómeno. Un modelo institucional donde cuesta que nuevos oferentes entren y se concentra la oferta en pocas manos es una de las explicaciones y el tema los autobuses no es ajeno.
El examen de la Coprocom evidenció que se está logrando saltar la restricción a la cantidad de líneas de buses que una persona o grupo de interés económico puede acumular.
“A través de ciertos vínculos de parentesco, observamos que hay personas que son familiares que están en las juntas directivas de diferentes empresas y esto está concentrando en muy pocas manos las líneas de autobuses”, advierte el diagnóstico de Coprocom al respecto.
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Por si fuera poco, la Comisión enciende alertas porque según denuncian, no se están haciendo licitaciones públicas para reemplazar las concesiones que se van venciendo.
“En el caso de las líneas de autobuses únicamente el 0,21% de las líneas en operación son licitadas”, apuntan.
“Las concesiones se van renovando de manera automática dentro de los mismos grupos sin que exista una aplicación rigurosa de la normativa; ni tampoco un beneficio ni para la administración ni para el usuario”, concluyen.
El sector de autobuses reclama el golpe que le dejó la pandemia, mientras se sigue debatiendo sobre cuánta vida útil darles (Foto Archivo/ El Observador)
El ojo de la Coprocom
La revisión de la Coprocom sobre los buses se da en un marco de limitaciones para la propia institución.
Su representante alega que hay problemas de presupuesto y no llegan todos los recursos proyectados. A ello se suma falta de personal pues no se están reponiendo plazas y actualmente toda la labor está a cargo de 12 funcionarios.
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A ello se suma que los informes de la Comisión no son vinculantes.
Aún bajo ese escenario en los últimos años se han hecho otras investigaciones. Algunas de ellas relacionadas con el transporte, pero también en cuanto a los colegios profesionales o el servicio de correo, que se estaba quedando rezagado en las nuevas tendencias por las regulaciones estatales que tenía.
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