Clima

¡Confirmado! La NOAA anuncia que el fenómeno El Niño ya está presente en la Tierra

Los especialistas del Centro de Predicciones Climáticas de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA,…

Por Sergio Arce

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¡Confirmado! La NOAA anuncia que el fenómeno El Niño ya está presente en la Tierra
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Los especialistas del Centro de Predicciones Climáticas de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) confirmó la presencia del fenómeno El Niño.

“Las condiciones de El Niño están presentes y se espera que se fortalezcan gradualmente hasta el invierno del hemisferio norte 2023-24”, indica el Centro en su sitio web.

En el mismo texto indica que existe más de un 56% de probabilidades de que fenómeno sea fuerte, con un aumento en las temperaturas de hasta un 1,5°C.

Entretanto, hay un 84% de posibilidades de exceder la intensidad moderada (hasta un incremento de 1.0°C).

En mayo pasado, las probabilidades de la presencia de El Niño eran de un 92%.

En declaraciones a la BBC, Adam Scaife, jefe de predicciones a largo plazo en el Oficina Meteorológica de Reino Unido, aseguró que todo apunta a que “tengamos un nuevo récord de temperatura global en el 2024”.

“Pero realmente parece que alcanzará su punto máximo a fines de este año en términos de intensidad”, agregó el especialista.


¿Qué es El Niño?

El Niño -también conocido como El Niño/ Oscilación del Sur (ENOS)- es un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, y que está asociada con cambios en la atmósfera.

El Niño puede aumentar las temperaturas globales en unas décimas de grados.

Desde febrero del 2023, se ha producido un aumento significativo de la temperatura de la superficie del mar en el Pacífico ecuatorial, especialmente en las costas de Ecuador y Perú.

La presencia de vientos alisios más débiles, temperaturas subsuperficiales más cálidas y un calentamiento significativo en la zona oriental del Pacífico ecuatorial propicia la formación de un episodio de El Niño, explica la Organización Meteorológica Mundial en su sitio web.

El Niño NASA


Advertencia en Costa Rica

La última vez que se formó El Niño fue en el 2016 y sus efectos se dejaron sentir en todo el mundo.

Este fenómeno climatológico contribuyó, entre otras cosas, al aumento récord de las temperaturas globales.

También a la pérdida de bosques tropicales, al blanqueamiento de corales, a la generación de incendios forestales y al deshielo polar.

Por eso la presencia de El Niño mantiene en alerta a las autoridades costarricenses.

De hecho, desde el pasado 8 de mayo la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) envió a los representantes del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo información y recomendaciones ante las afectaciones que pueda causar este fenómeno.

La alerta también la hizo el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) ante el riesgo de sequías.

“Según la proyección del IMN (Instituto Meteorológico Nacional) para los meses de mayo, junio y julio se espera un déficit hídrico y sequía en el Pacífico Norte, Zona Norte, Caribe y Valle Central“, informó la CNE.

“Ante esto, la prioridad de las distintas instituciones del Estado debe ser garantizar el suministro de agua, la adecuada atención en problemas de salud y el apoyo a los productores agrícolas y pesqueros”, agregó.

 De acuerdo con las autoridades de la CNE y el MAG, la idea es evitar situaciones que desencadenen en una “emergencia extrema”.

Efectos

Asimismo, la CNE señaló los efectos más importantes que se esperan en Costa Rica a causa de El Niño:

  • Reducción de agua: se recomienda utilizar adecuadamente el agua, evitar lavar frecuentemente el carro o utilizar agua de la cañería para regar zonas verdes.
  • Exposición a los rayos del Sol: se recomienda a las personas no exponerse al sol ni a las altas temperaturas sin la protección adecuada.
  • Generación de energía: el posible descenso de los niveles de agua en los embalses puede generar una reducción en la energía eléctrica. Recomiendan reducir el consumo eléctrico.
  • Enfermedades: la reducción del agua puede generar un aumento en los vectores de enfermedades transmisibles y alergias, tanto respiratorias como de piel.
  • Incendios forestales y contaminación ambiental: las altas temperaturas y la falta de lluvias, pueden generar un aumento y contaminación de fuentes hídricas.
  • Agricultura: La falta de agua podría generar un riesgo directo en los cultivos, así como pérdida o reducción del abastecimiento de alimentos para ganado y otras especies.

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