Sergio Arce
Este sábado 14 de octubre se conmemora el Día Mundial del Hospicio y los Cuidados Paliativos.
Es una fecha que procura crear más conciencia sobre la atención especializada que se le brinda a pacientes que tienen una enfermedad grave. O cuya dolencia pone la vida en peligro, como lo hacen el cáncer o los males renales y pulmonares.
Las personas que trabajan en esta área buscan aliviarle el dolor a ese paciente y mejorar su calidad, explica Andrea Cartín, médico especialista en cuidados paliativos del Hospital Metropolitano.
La meta es evitar o tratar los síntomas y efectos secundarios de la enfermedad y del tratamiento lo antes posible. Pero los cuidados paliativos no solo se enfocan en la enfermedad del persona.
También abordan cualquier problema psicológico, social y espiritual relacionado con este padecimiento.
De allí -explicó Cartín que la atención paliativa se trata desde una dimensión multidisciplinaria. Esto es que no solo confluyen médicos especialistas, sino también enfermeros, nutricionistas, farmacéuticos, terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas, psicólogos y trabajadores sociales.
Los especialistas también brindan apoyo a los cuidadores, ya sea amigos, familiares o personal contratado. Quienes se dedican a los cuidados paliativos facilitan la comunicación entre los profesionales que atienden al paciente y su entorno y ayudan en las conversaciones sobre las metas de atención del paciente.
Más allá del cáncer
Los cuidados paliativos consideran las necesidades específicas de la persona y responden a muchos tipos de problemas de pacientes oncológicos y con otras afecciones.
Entre ellas Cartín mencionó
- Cáncer
- Enfermedad cardíaca
- Enfermedades pulmonares
- Insuficiencia renal
- Demencia
- VIH/Sida
- ELA (esclerosis lateral amiotrófica)
La especialista del Hospital Metropolitano detalló que el abordaje que reciben los pacientes con estos males va en varios sentidos (que también refrenda el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos):
- Síntomas físicos: dolor, cansancio, falta de apetito, náuseas, vómitos, falta de aliento e insomnio.
- Emocional: cómo las familias y el paciente cuentan con recursos emocionales para hacerle frente al diagnóstico y el tratamiento. Por ejemplo, es posible ofrecer cuidados paliativos para la depresión, la ansiedad y el temor. Y más cuando saltan muchas dudas o inquietudes relacionadas con los efectos de la enfermedad y los cambios físicos del paciente.
- Necesidades espirituales: una persona experto en cuidados paliativos ayuda al paciente y allegados a explorar sus creencias y valores para que encontrar una sensación de paz o aceptación adecuada en su situación.
- Necesidades del cuidador: entender y dimensionar cómo el entorno puede atender la nueva realidad, en especial cuando existen obligaciones, tales como trabajo, tareas de la casa o estudios.
Los especialistas en cuidados paliativos ayudan a los familiares y amigos a salir adelante y brindarles el apoyo necesario, subrayó Cartín.
¿Dónde acudir por atención?
Cartín indicó que existen los servicios privados como el que ofrece el Metropolitano, donde la atención es expedita, personalizada y muy humana, dijo.
También está la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que cuenta con un robusto plan de cuidados paliativos.
Para ingresar, por ejemplo, a la Unidad Paliativa Hospitalaria de la CCSS existen varios criterios de inclusión:
- La persona tiene una enfermedad grave y avanzada (cáncer u otra)
- No tienen opción de cura
- Está con síntomas mal controlados como son el dolor, ahogo, vómito, sangrado, convulsiones, ansiedad, temor, tristeza, delirio o angustia.
- Además deben ser pacientes que cuentan con una red de apoyo familiar.
- No se ingresan pacientes en otras condiciones, a menos que, por un tema de gestión de camas, se requiera de espacio (en temporadas de alta demanda). La CCSS indica que cada persona que se instala en el sitio tiene un plan de trabajo para las 24 horas.
- El acompañante o cuidador del paciente internado recibe educación sobre el tipo de programa al que ingresa el familiar, lo que se le va a ofrecer y el tipo de acompañamiento. Pero en todo momento prevalece el derecho a la autonomía, donde el paciente o la familia deciden y dan su consentimiento.
Es importante indicar que la CCSS también ofrece el servicio en casas cuando se trata de casos muy puntuales.
