Harold Leandro
Votar es un derecho para todos los costarricenses. Pero para Víctor Sancho, un agricultor y boyero de San Isidro de Heredia es más que eso… es obligación.
Este domingo, don Víctor arribó a su centro de votación, la escuela José Martí, ubicada en el centro de ese cantón florense.
Y lo hizo de una forma muy particular y que, sin duda, llamó la atención de todos los ciudadanos que llegaron a votar.
Y no es para menos, pues don Víctor llegó con su carreta, la cual es movida por sus bueyes “Palomo” y “Cholo”.
Víctor Sancho, agricultor y boyero de San Isidro de Heredia.
Ante las curiosas miradas de tirios y troyanos, este humilde campesino que se dedica a la siembra de maíz, dejó a sus amigos enyuntados fuera del recinto y procedió a ejercer su voto, una experiencia que ya suma 18 elecciones.
Prefirió no decir a cuál de los 25 candidatos le dio su adhesión, pero, orgulloso, sí afirmó que “nunca dejo de votar porque tengo muy claro que mi voto vale lo mismo que el de un expresidente o un magistrado”.
Una vez que votó, salió de la escuela y retornó a la compañía de “Palomo” y “Cholo”, dos bueyes muy mansos, tanto que se les puede tocar sin mayor riesgo. Es más, parecen un par de perros en lugar de bueyes.
Orgulloso de ejercer su derecho, arrió sus animales en dirección de su casa y es medio de gran cantidad de gente que llegó al centro de votación, el cual estuvo en completo orden.
Con información del periodista Marcelo Castro
Harold Leandro
