Desde la Columna
Mariela Castro del Instituto de Formación y Estudios en Democracia IFED, del TSE
Sin darnos cuenta entramos en la era digital: hoy tenemos teléfonos, tabletas y computadoras que permiten conexión permanente a las redes sociales digitales.
El problema es que entramos sin herramientas suficientes para ejercer una ciudadanía digital responsable basada en principios y valores democráticos.
Y esto se traduce en prácticas que socaban el acuerdo social como la desinformación, y con ella la polarización y violencia en la era de la posverdad donde se anteponen las opiniones a los hechos y datos constatables.
Así, el Instituto de Formación y Estudios en Democracia (IFED) del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) entiende la responsabilidad que, como pilar de la democracia costarricense, tiene en la alfabetización digital.
Esta brinda a las personas herramientas que les permitan ejercer una ciudadanía digital basada en principios y prácticas democráticas como el respeto y la tolerancia, la responsabilidad y el diálogo plural.
Huella digital y posverdad
Es así como surge el curso virtual Ciudadanía Digital Responsable que contiene cinco módulos.
El primero explica los conceptos de huella e identidad digital, la forma en la que esta huella se construye con nuestra interacción en Internet y en las redes sociales.
Los datos, que voluntariamente o no entregamos y que alimentan esa construcción y las formas en la que plataformas u otras personas hacen uso de esa huella e identidad digital, para obtener réditos económicos; pero también para dañarnos. Finaliza con herramientas que permiten proteger la información personal.
El segundo módulo explica ¿qué son las redes sociales?, ¿cuál es su modelo de negocio y su relación con nuestra huella digital? Se adentra en la comprensión de fenómenos como los algoritmos, la cámara de eco o los filtros burbuja. Esto porque comprendiendo estos fenómenos, comprendemos los problemas que generan y podemos tomar acciones para disminuir su impacto.
El tercer módulo ahonda en el fenómeno de la desinformación en sus diferentes formas, ya que han encontrado en las redes sociales un megáfono para su rápida difusión. Y concluye con las herramientas que tenemos para neutralizar esa desinformación.
Al hablar de desinformación es necesario remitirse a la posverdad y eso se hace en el cuarto módulo, entender de dónde surge esta tendencia a dar menor importancia a la verdad fundamentada en hechos y datos.
Y, además, otorgarle un valor mayor a las opiniones personales. Entender la posverdad implica reflexionar sobre los cambios más importantes que ha tenido nuestra sociedad, pero también las acciones que desde el ámbito individual e institucional debemos tomar frente a ella.
En el último módulo se reflexiona sobre el ejercicio ciudadano desde el mundo digital, los retos, pero sobre todo las habilidades necesarias para hacerlos desde principios, valores y prácticas democráticas.
Decisión acertada
Casi 2000 personas han realizado el curso, y han expresado su satisfacción con la utilidad del conocimiento adquirido.
No cabe duda que la idea del TSE/IFED de incursionar en la alfabetización digital ha sido acertada, es una necesidad seguir por la línea de brindar a la ciudadanía herramientas para el ejercicio de una ciudadanía digital responsable.
Queda indudablemente el reto de fortalecer la cobertura, y de que todas las personas seamos conscientes de la importancia de formarnos en este tema.
Desde la Columna
