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Desempleo en Costa Rica: urge reducir la brecha entre la oferta y la demanda de competencias del mercado laboral

Por José Salas, Asesor de Talento Humano de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) Un desempleo que se…

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Desempleo en Costa Rica: urge reducir la brecha entre la oferta y la demanda de competencias del mercado laboral
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Por José Salas, Asesor de Talento Humano de la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR)

Un desempleo que se ha estabilizado en alrededor de un 12%, puede llevar a conclusiones que parecen correctas, cuando en realidad no son así.  El objetivo de este análisis es enfatizar cuáles son los principales retos para la reactivación y sostenibilidad del empleo en el país.

La brecha entre la formación profesional y la demanda de talento de la industria parece irse incrementando. Resultados de la Encuesta Permanente del INEC, indican que para el último trimestre del 2022, dentro de las personas fuera de la fuerza de trabajo, el grupo de mayor aumento son los universitarios con título, un 26.5% que representa a 38.276 personas. Hay también brechas de género con 131.000hombres versus 165.000 mujeres desocupadas.

Además, hay deficiencias, tanto en las habilidades duras como en blandas. En el caso de las llamadas habilidades blandas, si bien el área de manufactura tiene una fuerte tendencia a la formación técnica, la OCDE nos está recomendando que es necesario que el sistema de EFV (Educación Formal Vocacional) dote a más estudiantes de habilidades blandas y relevantes, para que estos conocimientos técnicos funcionen en las dinámicas de trabajo.

En este sentido las 5 habilidades blandas más buscadas por los empleadores de manufactura son: autodisciplina y confiabilidad, resiliencia y adaptabilidad, colaboración y trabajo en equipo, liderazgo e influencia social, toma de iniciativa.

Esto representa un gran reto para el país, ya que en Costa Rica únicamente el 22% de los estudiantes, desde la secundaria básica hasta la terciaria de ciclo corto, se matriculan en educación y formación vocacional, número inferior al promedio de la OCDE que es un 32%.

En cuanto a las habilidades duras, alrededor de unos dos tercios de los graduados en educación técnica, entre 2000 y 2020, provinieron de programas del INA (26%) del MEP y solo un 7% de instituciones  universitarias. Esto significa que la oferta educativa a nivel técnico es muy baja, y la participación educativa privada es casi nula en ella. Otra brecha que debemos atender.

Ser parte de la solución

Analizar estos problemas debe impulsarnos a ser parte de la solución. En este sentido la Cámara de Industrias de Costa Rica (CICR) viene trabajando en alianzas público-privadas, con el apoyo del sistema de Ventanilla Única de la CICR y el INA, iniciando los dos primeros programas de Formación Dual en empresas del sector privado. Esto, porque estamos comprometidos en promover la formación técnica profesional para garantizar el talento humano que se requiere en el sector empresarial ante el reto de la industria 4.0.

Además, el 23 de febrero, la Cámara de Industrias de Costa Rica en conjunto con el INA, AED y la Fundación Konrad Adenauer, presentó los resultados del Segundo Estudio de Necesidades de Capacitación enfocado en las Áreas de Tecnología de Información y de Ciencias de la Vida, que abarcó el segundo semestre del año anterior.

Los resultados de este estudio sirven para reducir las brechas entre la oferta y la demanda de competencias del mercado laboral, canalizando esas necesidades a las respectivas instituciones de formación para que se creen o actualicen los contenidos curriculares para formar a los estudiantes bien recalificar a las personas trabajadoras. A partir de la información, las organizaciones participantes del estudio podrán proponer líneas de acción que permitan atender la demanda detectada, contribuyendo a la visión de futuro de las industrias elegidas.

El estudio revela un incremento en las demandas de competencias técnicas ligadas a la industria 4.0, pero al mismo tiempo destaca que existen habilidades blandas necesarias para desarrollarse en una economía basada en el conocimiento, tales como la  resolución de problemas y la orientación a la calidad que están estrechamente asociadas al buen desempeño del uso de tecnológicas, como Analítica de Datos, Machine Learning, Big Data y Trabajo en la Nube, entre otras.

La falta de una política de desarrollo productivo que se alinee a una visión nacional, mundial y estratégica para organizar la educación y la formación, un mayor impulso de la cultura STEAM, con una mayor flexibilidad y calidad educativa, que apunten a una empleabilidad a lo largo de la vida, son parte de las conclusiones del estudio.

Al mismo tiempo, el estudio destaca la capacidad de resiliencia y adaptación a la aceleración digital por parte de las empresas de ambos sectores, pero reconoce el riesgo que representa la poca flexibilidad y la falta de respuesta ágil de las instituciones educativas y de la formación técnico profesional.

Informalidad en alza

En la creación de empleos, y partiendo de esta relativa “estabilidad” en el nivel de desempleo, hay otro punto que nos debe preocupar: la formalidad.  El porcentaje de ocupados con empleo informal asciende al  43.9%. El último trimestre del año anterior la condición de aseguramiento creció un 5.5%, lo cual es positivo, pero hay 652.770 personas sin aseguramiento, condición que tuvo un crecimiento de un 3.1.%.

No es posible que el crecimiento del empleo se de en la informalidad, porque tanto los programas de gobierno para la reducción de la pobreza se estancan y esos empleos no son sostenibles en el tiempo, al

Resumiendo los grandes retos para el crecimiento del empleo, tanto en el sector industrial como en el país en general son:

  1. Un mejor acoplamiento entre las necesidades del mercado laboral y la formación de estudiantes y trabajadores.
  2. Mejorar, no aumentar, la distribución de los recursos para la educación y capacitación, y una mejora calidad de la docencia, sobre todo en el área técnica.
  3. Mejorar la calidad de la red de cuido para que, principalmente las mujeres, puedan lograr una mayor inserción laboral, sin detrimento de la calidad de vida de las familias.
  4. Tomar las decisiones necesarias para que el pago en la  seguridad social de la fuerza laboral en el país sea adecuada para las empresas, sobre todo para las PYMES y MIPYMES.
  5. Implementar una adecuada orientación vocacional en los colegios para que los estudiantes se decidan por las carreras STEM, en la parte profesional,  y se mejore su participación en las ramas técnicas.

Esto no es labor de un solo sector, sino que se requiere la articulación entre los diferentes sectores gubernamental, empresa privada, academia, estudiantes y trabajadores para lograr la mejora esperada en el nivel de empleo y en la calidad de vida de nuestra población.