Tomás Gómez
“Tuvieron más o menos de 5 a 3 años para haber reaccionado y no lo hicieron. Nosotros ya vamos como por 2 o 3 años y tampoco estamos reaccionando frente a las manifestaciones ya más graves cómo son una tasa de homicdios que en tan solo un año creció en casi un 40%”.
Así resume la expresidenta Laura Chinchilla su diagnóstico sobre la violencia en Ecuador y como esta debería ser un termómetro para lo que pudiera reflejarse en Costa Rica.
“Si no hacemos nada, definitavemtne estamos en la misma trayectoria que Ecuador en su momento”, sintetiza.
Ecuador se encuentra en conmoción desde que este martes un grupo de hombres armados y encapuchados irrumpiera en el set de TC Televisión en Guayaquil y tomara como rehenes a periodistas y otros empleados.
La nación sudamericana, luego de ser una de las más seguras, sufre una crisis de criminalidad que se ha agravado especialmente en los últimos tres años.
En su faceta de experta en seguridad, la expresidenta Chinchilla detalló a El Observador una profundización sobre la publicación que hizo en redes sociales donde comparaba las estadísticas de Costa Rica y Ecuador.
Como primer punto, detalló que si bien en el país sudamericano se han generado más noticias en los últimos meses, el proceso se cocinó por más tiempo.
“Eso no ocurre de la noche a la mañana, fue la combinación del crecimiento del crimen organizado de la mano sobre todo, aunque no exclusivamente, del fenómenos de las drogas; y de autoridades que no supuieron actuar a tiempo para detener el deterioro extremo al que ha llegado ese país”, explicó.
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Por eso mismo, es que resalta como la reacción costarricense ante las amenazas no ha sido tan activa.
“Las alertas se empezaron a encender cuando desde el año 2022 empezamos a observar un crecimiento de la tasa de homicidios más allá de los históricos, promedios que oscilan entre el 8 y el 11 por 100.000 habitantes”, indicó.
“Ya el año pasado era un año en el que se tenía que actuar, y no, pues parece que pasó el año sin pena ni gloria. El tema ni siquiera fue un tema de la campaña electoral, fue un tema que ignoraron prácticamente los candidatos que concursaron a la Presidencia”, agregó.
El líder de la principal banda criminal de Ecuador, Adolfo Macías, alias “Fito”, se habría fugado el 7 de enero “horas antes” de un operativo en el penal Regional 8 de Guayaquil, donde cumplía condena. Tras la aparente fuga del jefe de la banda narcotraficante Los Choneros, se reportaron incidentes en varias cárceles del país. (Foto por Enrique ORTIZ / AFP)
Los fallos para aprender de Ecuador
El ojo internacional por el tema de la violencia se ha puesto sobre Ecuador desde que en las elecciones del año pasado asesinaron al candidato Fernando Villavicencio.
Desde entonces el tema marcó la agenda del país y con la llegada al poder de Daniel Noboa se han venido ensayando nuevas medidas. En el último episodio, una banda secuestró la televisión pública y el Gobierno decretó un estado de guerra interna.
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Pero de previo hay otros elementos que Chinchilla pone sobre la mesa.
“Empieza a jalar el hilo desgraciadamente ya muy tarde cuando los gobernantes deciden actuar y entonces se observa que efectivamente era un tema que se venía gestando de la existencia de bandas criminales, que fueron creciendo sin ningún tipo de control, con políticas estrictamente fundamentadas en las medidas de emergencia para meter gente a la cárcel, pero se descuidados las cárceles, las bandas siguieron operando desde las cárceles, las bandas tomaron control desde las cárceles”, puntualiza.
En 2023 Ecuador batió su récord histórico de homicidios con 7.878, de los que solo se resolvieron 584.
En agosto del año pasado, el candidato presidencial Fernando Villavicencio fue asesinado por sicarios a sueldo, en un crimen que aún no se ha logrado esclarecer pero que muchos analistas vinculan con el auge bandas criminales.
El poder de más de 20 bandas criminales que operan en el país se ha fortalecido en los últimos años, gracias a los millonarios ingresos de la droga.
Ecuador se convirtió en un importante centro regional de almacenamiento, procesamiento y distribución de drogas ilícitas.
Las bandas tienen en las cárceles sus principales centros de mando y operaciones, que están vinculadas a los grandes carteles de la droga de México y Colombia.
Me duele lo que pasa en #Ecuador y no puedo dejar de subrayar el paralelismo con mi país #CostaRica
— Laura Chinchilla M. (@Laura_Ch) January 9, 2024
✔️Hasta hace poco ambas naciones estaban entre las 5 más seguras de América Latina.
✔️Ambos han sufrido en los últimos años un grave deterioro de su seguridad asociado al crimen… pic.twitter.com/FKaNDZmAxE
Países diferentes
Por años, las noticias de inseguridad en América Latina surgían de otros países como México o Colombia. Sin embargo, Chichilla explica que sus realidades son distintas.
“Veamos lo que les ha costado a estos países salir de sus problemas a pesar de contar con ejércitos relativamente poderosos, una capacidad de fuego que nosotros nunca jamás tendríamos y de contar con unos niveles de cooperación históricas que tampoco se recuerdan básicamnte de apoyo militar por parte de los Estados Unidos”, dijo.
Con ese panorama, es que insiste ver el contexto ecuatoriano con cuidado.
“Por eso es que me parece que el caso quizás más realista al que tenemos que mirar es Ecuador, porque mucha gente dice no, nunca nos va a pasar, bueno a Ecuador le pasó en 5 años”, enfatizó.
