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Carlos Peña para El Observador
Se supone, leyendo la ley orgánica del Ministerio de Economía, Industria y Comercio, que esta entidad tiene los recursos legales, operativos y administrativos para empujar la producción nacional. Pero la verdad es que en los últimos años ha venido a menos.
Durante los años 80 y 90 este ministerio tuvo gran protagonismo a nivel nacional, y apoyó al sector industrial principalmente a poder crecer y dar el salto a la exportación.
Hoy en día no se sabe si lo que hace es mejora regulatoria, apoyo a las pymes, coordinar con bancos, defender los intereses de los consumidores o revisar la correcta ejecución de los principios de la competencia libre y equitativa en el mercado.
Lo que sí sabemos es que es un ministerio que ha venido a menos desde hace 8 años, estadísticamente puedo ir señalando esta aseveración.
Un cambio abismal
Cuando la exministra Mayi Antillón estaba al frente del MEIC, uno de los objetivos de aquella política nacional de producción era mejorar la competitividad del país.
Gracias a ello terminamos siendo el país número 34 en el ranking mundial de innovación. También éramos el segundo país más innovador de la región latinoamericana y líderes globales.
Hablando con varias cámaras empresariales nacionales, ellas subrayan la falta de comunicación fluida o, al menos, existente con las autoridades de dicho ministerio en la actualidad.
También se aquejan todos los gremios con los que he hablado que no los invitan a reunirse, no hay forma de comunicarse directamente con los encargados de dicha cartera y que no hay forma de hacer alianzas sectoriales.
En mi experiencia personal hace unos años, después de bastantes intentos fallidos, pudimos reunirnos con la entonces viceministra Laura Pacheco.
A ella le solicitamos más comunicación, participar del Consejo Mixto y consejos de apoyo a las pymes que, finalmente, terminó en una reunión estéril que no llegó a nada.
“No hay voluntad política”
El problema en el MEIC que todos los gremios aquejan es que no hay voluntad política para hacer algo.
Allí están, pareciera, simplemente sosteniendo la oficina, dejando que el tiempo pase y esperando a que nadie se dé cuenta de lo que sucede ahí.
Lo que es cierto y es constatable porque ha salido a la prensa es que el MEIC y, específicamente, la ministra Victoria Hernández han hecho todo en su poder para mantener los privilegios.
Inclusive han mejorado esos privilegios a grupos (argollas realmente) que históricamente han hecho fiesta a costas del país.
Revisemos la historia reciente: el arancel de importación del azúcar en este gobierno pasó del 49% al 79% por decisión del MEIC.
Hace uno tiempo los arroceros externaron una queja y el MEIC salió corriendo y les ayudó a sacar dinero del Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD). Esto para “ayudar a zonas de menor desarrollo urbano”.
Además, revisando el perfil de la ministra, esta persona siempre ha participado del sector público, específicamente en la Universidad de Costa Rica.
A mi me parece terrible porque no ha tenido en su vida la experiencia de emprender. Ella es quien maneja el destino de casi 1.000,000 (un millón) de empresarios a nivel nacional.
“Ni una bolsa de mangos”
Como le dije en el Congreso del 2020 del Colegio de Ciencias Económicas, “lo que me preocupa es que usted nunca ha vendido ni una bolsa de mangos”.
Y dado que su vida ha sido puramente análisis teórico, se deja decir que está satisfecha en la mejora regulatoria hecha a la fecha.
En el MEIC hay que primero cambiar a todo el equipo de direcciones. Ellos han sido un completo fracaso.
Con 8 años en el poder y no hay un cambio sustancial en el mercado y no se ha hecho una verdadera política de reactivación económica… esto deja claro que ha fracasado en su finalidad.
Además, el MEIC tiene ciertas oficinas como la de Metrología, que no corresponde al objetivo principal institucional y debe de quitarse.
Otro punto es dividir las gestiones que hace el MEIC para emprendedores, para autoempleados y para emprendedores. ¡No se puede tratar a todos por igual!
Herramienta subutilizada
La Dirección General de Pequeña y Mediana Empresa es una herramienta muy poderosa que está subutilizada.
Según el reglamento que le da origen es la entidad que ejecuta la política pública del Ministerio de cara a los emprendimientos y las pymes, atiende a dicha población por medio de coordinar acciones con otras instituciones
Lo cierto es que actualmente no está haciendo nada. Nadie sabe adónde están o qué hacen.
Lo que en el gremio se oye es que organizan una feria a final de año (a la que ni a palos nos invitan) y tienen un registro de pymes que nadie sabe para qué sirve.
Es un registro que no genera valor a las pymes y lo que hace es ayudar a más persecución estatal porque cruzan información con otras instituciones.
Lo que me queda claro y es algo que honestamente le pido a Dios es que el siguiente gobierno haga una política PYME, de emprendimiento y autoempleo seria.
Pero, además, que la ejecute gente que sí tenga experiencia empresarial, haga las cosas con corazón y no esté nada más administrando el tiempo ni aumentando los beneficios para ciertas argollas.
Ya no estamos para más improvisaciones… necesitamos gente que sepa lo que hace.
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