Hermes Solano
El jefe de fracción del Partido Liberal Progresista, el diputado Eli Feinzaig, ha sido uno de los más críticos con el paquete fiscal de cinco proyectos que presentó el Poder Ejecutivo hace una semana y media, aproximadamente.
De hecho, fue uno de los que le respondió al presidente Rodrigo Chaves cuando este dijo el pasado miércoles que los que se oponían a las iniciativas estaban defendiendo a los “ticos con corona”.
Para Feinzaig, todos y cada uno de los proyectos enviados, referentes a la modificación del impuesto de renta, eliminación de exoneraciones, reforma al impuesto a la propiedad de vehículos y otros, “nacieron muertos”.
“Definitivamente nacieron muertos. Ya son cinco fracciones que han manifestado su oposición rotunda y esas cinco fracciones representamos un total de 47 diputados, por lo que no veo que tenga mucho futuro”, señaló.
Desde el PLN, el Frente Amplio, así como el PLP, e incluso el PUSC y Nueva República, que muchos los catalogan como aliados del Gobierno, han cuestionado las iniciativas y ya dijeron no a más impuestos.
Por ejemplo, al eliminar exoneraciones de implementos médicos, se estaría colocando un Impuesto al Valor Agregado de 2% a sillas de ruedas, prótesis, anteojos, lentes de contacto y otros artículos, lo que aumentaría su valor.
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Sin bases
Rodrigo Chaves dijo la semana pasada que ellos envían las propuestas a la Asamblea y ahí son los diputados los que deben analizarlas, trabajarlas y proponerle cambios.
Sin embargo, Feinzaig considera que con este paquete fiscal no hay forma de mejorarlos, porque no tienen buenas bases.
“No veo cómo se puede mejorar un proyecto que pretende darle a la Policía Fiscal la potestad de allanar locales, secuestrar equipo y documentos, decomisar mercancía sin autorización judicial”, explicó.
“No veo cómo podemos mejorar una propuesta que pretende agarrar a las microempresas y subirle el impuesto del 5% al 30%”, siguió en su ejemplo.
El liberal recordó que en la Comisión de Reforma del Estado les ha tocado mejorar muchos proyectos enviados por el Ejecutivo.
“Le voy a poner como ejemplo la comisión de Reforma del Estado que presido. Ahí nos han llegado seis proyectos del Gobierno, todos, excepto el de Mideplan, con un elemento en común y es que venían muy mal preparados”, dijo.
“En la comisión asumimos una labor constructiva y dijimos que los íbamos a rescatar porque el espíritu era bueno y ya dictaminamos cuatro de manera positiva”.
Esa es la diferencia, asegura, con el paquete fiscal, porque no tiene una buena base y además, no hay ambiente dentro de los diputados para hacerlo.
“Cuando hay un buen punto de partida tiene sentido sentarse a mejorarlo, pero este no es un buen punto de partida”, finalizó.
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