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Emprendedurismo y la aparente ventaja competitiva de la corrupción

Pablo Ledezma para el Observador Pareciera que ser corrupto en estos tiempos, es sinónimo de éxito y de logro de…

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Emprendedurismo y la aparente ventaja competitiva de la corrupción
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Pablo Ledezma para el Observador

Pareciera que ser corrupto en estos tiempos, es sinónimo de éxito y de logro de resultados a corto plazo.

El camino burocrático y el excesivo requerimiento de requisitos para emprender un proyecto comercial, hace que lo incorrecto se vuelva atractivo. Y que se resuelva con “untar algunas manos” para lograr el objetivo deseado.

Cobros por “derechos” a ingresar a un centro comercial, una dádiva o un peaje por pasar por una calle de la ciudad.

O lograr que el expediente de la licencia municipal o estatal para un permiso de apertura de un local pase de ultimo al primer lugar.

Agilizar una denuncia contra la competencia para clausura y lograr quitar al rival. “Ayudas” a funcionarios estatales para que realicen lo que deben hacer por ley pero no lo hacen. O, bien, para salir victoriosos de un proceso de adjudicación de un buen contrato.

Podríamos decir que existe una miopía que se cura con dinero. ¡Claro! Paga para que le vean o para que no le vean!

Depende en qué lugar de la mesa donde se encuentra y que necesita su empresa. Algo que socialmente es aceptado y que permite una doble moral dependiendo de la situación en que se encuentre el afectado o el beneficiado.

¿Quién hace algo al respecto?

Posiblemente no sea negocio resolverlo sino mantener el problema, y eso lo saben bien quienes usan un populismo mal intencionado y con crecimiento exponencial. ¿Quién paga la pauta del interesado en sobresalir? Buena pregunta.

La corrupción en su esencia misma, conocida en sus inicios como la mafia económico–política, y que pensábamos que era un mal localizado en nichos de proveeduría estatal, ha cambiado radicalmente en los últimos años.

No podríamos indicar que se trate de un proceso de innovación o diversificación, puesto que eso sería aceptar algo inaceptable.

Pero sí es cierto que corresponde a una transformación o deformación de la realidad comercial y privada. ¿Lamentable? ¡Sin palabras!

Integridad

¿Integridad? ¿Qué significa para un emprendedor respetar las normas que combaten la corrupción?

¿Será viable que lo que pertenece a la estructura interna y la esfera personal o la esencia propia de los valores adquiridos en los hogares de cada persona que decide emprender o comercializar sus bienes y servicios a cambio de dinero, se mantenga alejado de prácticas prohibidas?

¡Suena muy ambicioso! Pero si es posible reprogramar las estructuras mentales de cada persona y de la sociedad; contagiando y motivando que para ser exitoso es necesario ser honesto y respetar las normas.

Las políticas “speak up” o atrévase a hablar, buscan garantizar la no represalia a un colaborador, ante la denuncia de hechos de corrupción internamente en una empresa o ente gubernamental.

Bajo la premisa de la confidencialidad, estas comunicaciones deben generar investigaciones que permitan identificar incidentes de violaciones a normas internas y a la ley nacional.

Otro problema bastante completo es la percepción de corrupción por parte de la sociedad en general.

Básicamente no se denuncia porque no se confía en el sistema. No existen modelos exitosos o herramientas para mitigar el tema de la corrupción.

Es un juego de ensayo y error y existen niveles de impunidad elevados que benefician a unos pocos que pueden salir airosos de cualquier proceso en su contra.

La corrupción: ¿es condición social?

El sistema apuesta al endurecimiento de penas y no hay efecto disuasivo. ¿Entonces podríamos decir que la corrupción es una condición social y hay que convivir con ella? ¿Acaso habremos perdido el respeto por la legalidad?

Si vemos nuestro entorno social, no existe claridad de como mitigar los riesgos y vulnerabilidades.

La ineficiencia de la densidad institucionalidad del Estado, un Estado de “derecho” que está en un proceso de desgaste y pérdida de efectividad.

Y que no produce la prevención y disuasión mecanismos esenciales para enfocar la transparencia entre las correlaciones entre estado y el comercio.

La corrupción es un fenómeno social y no se resuelve solo con leyes o sanciones eso está claro.

El principio es de autoregulación y se trabaja en el ámbito social. Necesitamos enfoques integrales y como mejoramos la eficiencia en el reforzamiento de valores personales. El cambio se origina desde lo interno del ser, del corazón humano.

¿Cuánto cuesta?

¿Cuánto cuesta la corrupción? Los brazos de la corrupción tienen diferentes escenarios y ponen precio a los valores de las personas. Los planes de cumplimiento deben de ir acompañados procedimientos y aplicación.

Los mandos y autoridades deben dar el ejemplo a los programas de anti corrupción y ejecutar con fuerza los controles que existen para estos fines.

La autorregulación es esencial para la operación comercial y de ninguna manera es o será exclusivo a grandes negocios o a empresas multinacionales que tienen “recursos” para tener departamentos especializados en el tema.

¡Jamás! podemos estar de acuerdo que ser legal, es una desventaja. Y que ser emprendedor y empresario, implica necesariamente y obligatoriamente, ser honesto e íntegro aun cuando nadie está viendo.