Desde la columna

En la conectividad TODAS somos poderosas

En su edición del mes de julio, Forbes Centroamérica publicó el listado de las 100 Mujeres Poderosas que lideran los procesos de equidad e inclusión en la región.

Por Desde la Columna

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En la conectividad TODAS somos poderosas
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Por Marianella Cordero, Associate Communications Manager de Liberty

En su edición del mes de julio, Forbes Centroamérica publicó el listado de las 100 Mujeres Poderosas que lideran los procesos de equidad e inclusión en la región. Nos enorgulleció – pero no nos sorprendió – ver entre esas 100 mujeres a nuestra CEO, Johanna Escobar.

Johanna no solamente vivió desde adentro de la compañía la apertura del mercado de telecomunicaciones, sino también le correspondió asumir la gerencia a las puertas de una convergencia, al integrarse dos compañías que hoy conocemos como Liberty.

Hoy la marca, a tan solo un año de su lanzamiento, se consolida no solo en el marketshare nacional, también en la calidad de su oferta. Esto como resultado del trabajo de miles de personas que garantizan un servicio continuo y confiable para la conectividad de todo el país.

Una responsabilidad transversal a todas las actividades económicas, humanas. ¡A todo!

El poder de la conectividad

Y sí, aunque cada vez más mujeres ocupan cargos de alta dirección en las empresas – y con sobresalientes resultados-, aún no hemos llegado al punto en que podamos dejar pasar una oportunidad como esta para visibilizar ese liderazgo femenino, del que aún hace falta mucho más.

Es muy significativo que sea la gerente de una operadora de telecomunicaciones la que reciba esta designación. Esto al lado de tantas ilustres costarricenses en el deporte, los negocios y la ciencia.

Si bien Johanna es la cabeza de esta organización, lo que hacemos en Liberty es dar conectividad, el bien intangible que nos hace poderosas a todas las personas.

“La información es poder” hemos escuchado decir, pero hoy por hoy, quien tenga conectividad y un generoso cupo de datos, sabe que puede conseguir lo que sea: una segunda carrera, un posgrado, desarrollar un emprendimiento, comunicar, entretener y entretenerse… estar conectados nos da una gran sensación de poder, y acceso a incontables oportunidades.

Y fue sobre todo en la pandemia, cuando miles de mujeres aprovecharon esa conectividad para sacar avante sus planes, crear soluciones donde no parecía haber salida.

Johanna, como gerente, por supuesto que es una mujer poderosa, que modela su carrera demostrando que en las telecomunicaciones ya el techo no es de cristal, sencillamente no existe.

No obstante, con su presencia en el ranking se premia también a decenas de compañeras cuyo trabajo cotidiano sostiene las redes con las que todos trabajamos y nos comunicamos.

Sin miedo a aspirar por puestos de toma de decisión

Ciertamente, cada vez hay mayor flexibilidad en las corporaciones, que ofrecen recursos y esquemas laborales que permiten que los roles de familia y trabajo no compitan. De manera que las mujeres podamos aspirar sin miedo a puestos de liderazgo sin la culpa de haber dejado atrás hijos, pareja o estudio.

Y de nuevo: tenemos a la mano un extraordinario poder que abre puertas. El trabajo remoto ha sido gran aliado de amas de casa, jefas de hogar, hermanas mayores, mujeres pensionadas, ¡muchísimas!, que hallaron en línea una oportunidad más para especializarse, estudiar, conectar con plazas vacantes o retomar aficiones olvidadas. Y de ahí en adelante, despegar.

Levantar la mano y decir “YO” es lo más difícil. Ya sabemos que, en las universidades, y en particular en las carreras tradicionalmente masculinas seguimos siendo minoría.

Ahí es donde no podemos, como profesionales en formación, esperar que nos descubran. El proceso no es así. Hay que hacerse sentir, reconocer nuestro propio talento, postularse a los puestos, aplicar a becas.

Primero será una, luego tres, luego cinco, luego ya dejarán de contar cuántas somos. La asignatura pendiente que tenemos las mujeres es no cohibirnos al dar ese paso al frente. En Liberty hemos tenido ese ejemplo en Johanna, cuyo liderazgo – sereno pero firme – la coloca hoy en una posición a la que pocas aspiraban antes.

Y sí, aunque en Liberty no es de extrañar que haya mujeres en puestos de dirección, que en el país sigamos sorprendiéndonos por ello – o peor aún, usando frases como “ella lleva los pantalones en el negocio”– entonces nos queda un largo camino a todos.

Una cultura colaborativa e inclusiva no solamente mejora el rendimiento de la compañía. También estamos modelando ejemplos para los que vienen detrás.

Imagínese: si aún genera roncha decir “presidenta”, y hay que ir a los diccionarios y justificar esa A, quiere decir que aún tenemos el oído desacostumbrado a la palabra.

Por las 100 mujeres del ranking, por nuestra CEO, por la pequeña CEO que está en su casa haciendo la tarea, viéndole a usted como ejemplo: por ellas estamos consiguiendo resultados, pero no estaremos satisfechas hasta que salarial, política y reputacionalmente las oportunidades sean equitativas. Vamos bien, pero vamos por más. Con la conectividad, el poder lo tenemos TODAS. Todas las personas.