Sergio Arce
Compra de ropa, juguetes, viajes dentro y fuera del país, comidas fuera de casa y hasta un nuevo carro… los gastos en diciembre se disparan gracias a los ingresos que muchas familias reciben, tales como aguinaldo y excedentes de asociaciones solidaristas.
Los especialistas en finanzas apuntan al llamado “síndrome del falso millonario”. Es un problema que golpea a quienes gastan a manos llenas sin medir sus necesidades y hasta impactos reales en el corto y mediano plazos.
“En esta época las personas creen manejar un poder adquisitivo mayor que el que realmente tienen, y esto es por el dinero adicional que se deposita en las cuentas. Aunque estos recursos claramente llegan a final de año se debe tener un objetivo claro para utilizarlos.
“Deben estar presupuestados y no sentir que tiene dinero de sobra, no es para gastar antojadizamente o sin control. No es tiempo de gastar más de lo que se tiene. Hay que tener muchas previsiones para evitar quedar sin dinero”, explicó Kimberly Quesada, gerente de captación de Coopenae.
¿Pero es un síndrome?
El psicólogo Mario Alonso Madrigal explicó que este “síndrome del falso millonario” aún no está diagnosticado como tal, pero tiene características que deben ser analizadas con cuidado.
Por ejemplo, el especialista del Colegio de Psicólogos apuntó que las personas que gastan como si no hubiese un mañana lo hacen por razones tales como:
- Sienten altamente gratificante el consumo desmedido sin dimensionar los problemas que se pueden venir más adelante.
- Es una especie de alivio al desconectarse de problemas emocionales o de otra índole. “Funciona como una especie de efecto distractor esto de consumir, porque estas personas sienten placer”, explicó Madrigal.
- Ellas parten de una filosofía de vida de que su valía se mide en términos de lo que tienen o poseen. Ellas presumen y lo que tienen les da valor como seres humanos. “No me vuelvo mejor persona, ni más bonito o bonita o inteligente por lo que se tiene. Eso debe quedar claro”, acotó el psicólogo.
- Existe la creencia del “pensamiento mágico”. Madrigal lo detalla de esta manera: “gasto y hasta me endeudo mucho pero no quiero o trato de buscar una solución a los problemas que se vendrán. No hay un plan financiero estructurado”.
El doctor en psicología recomendó ver el historial de estas personas en términos de su uso del dinero. En especial cuando los gastos en estas épocas son más emocionales que racionales.
Es entonces cuando se le debe prestar atención al comportamiento de estas personas para ayudarlas o, al menos, aconsejarlas.
Ojo con la cuesta de enero
Por su parte, la especialista en finanzas de Coopenae recomienda que, por cada ingreso extra (por ejemplo aguinaldo, ahorros, dividendos y bonos), se haga un presupuesto individual para que definir la utilidad.
Es importante hacer este ejercicio antes de recibir esos recursos para tener claro su destino y no despilfarrar.
“Si usted es ordenado con sus finanzas no debería sufrir la famosa cuesta de enero. Aunque en diciembre hay gastos adicionales por regalos y actividades con amigos y familia o vacaciones, en enero están otras responsabilidades como la entrada a clases, pago de matrículas, entre otros.
“Es fundamental que realice presupuesto individual por cada ingreso extra para tener más orden y decidir en qué invertir cada monto. Use lápiz o papel o en un Excel si así lo desea, pero haga ese presupuesto que le ayudará a organizar su dinero”, indica Quesada.
Otra recomendación es que utilice una cuenta para cada ingreso y así los dineros no se cruzan y se tienen establecidos los montos para pagos y otros gastos, pero de forma controlada.
