Paula Ruiz
De las 130 mociones presentadas al proyecto de ley 22.530 que busca ampliar la vida útil de los autobuses de forma extraordinaria, la mayoría son de la fracción del Frente Amplio.
Sofía Guillén, diputada de esta bancada ha sido la principal cara de la oposición a esta iniciativa.
Tanto en el foro legislativo, como en declaraciones a la prensa y en reuniones con representantes del Poder Ejecutivo, Guillén dicen que no habrá un voto de su fracción para este proyecto.
“Nadie en su sano juicio recomienda que lo mejor son unidades de 20 o 18 años, esto va en detrimento de la seguridad de las personas usuarias, ¿Cuál seguridad? Diay, vean el incendio del bus, esas son consecuencias de unidades que ya no deberían estar operando y siguen operando”, amplió Guillén.
Vanessa Castro, presidenta del foro legislativo señaló que algunas mociones presentadas no guardan relación con el proyecto de ley.
“Hablar de accesibilidad de buses que se adapten al ambiente, hablar de rampas no es tema de este proyecto”, declaró.
“Lo que va a lograr es que mucho buses queden fuera sin funcionamiento para final de año”, amplió Castro.
De forma paralela a la revisión de estas mociones, la Comisión busca concretar una enmienda de consenso que sería presentada en el segundo periodo otorgado para la presentación de mociones.
Guillén insistió en que para su bancada es “inadmisible que la seguridad de las personas usuarias se ponga en riesgo”.
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En una reunión que sostuvo la frenteamplista con Luis Amador, ministro de Obras Públicas y Transportes y Natalia Díaz, ministra de la Presidencia, la diputada planteó que haya líneas de crédito baratas para pequeños empresarios.
Esto, mediante el Fondo de Avales o el Sistema de Banca para el Desarrollo.
“Para que mediante crédito barato se financie a empresas autobuseras pequeñas, no al grandote”, señaló.
Ampliación de vida útil
El plan busca ampliar la vida útil de las unidades de autobús a 20 años lo cual implica un aumento de 5 años con respecto a la legislación actual.
De las diez mociones votadas esta semana, solo se aprobó una de consenso que pasa de 15 años a 18 años esa vida útil por una única vez.
María Marta Carballo, diputada socialcristiana señaló que la moción aprobada también busca reducir de seis meses a cuatro meses las revisiones técnicas para aquellos empresarios que se acojan a la medida.
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“Nunca la intención ha sido aumentar a 20 años de manera permanente, siempre la intención fue mantener 15 años y hacer aumento en el plazo por situaciones que se han venido dando de afectaciones en todos los sectores”, dijo Carballo.
Sobre este proyecto recae el criterio emitido del Consejo de Transporte Público (CTP) quienes aseguran que debe de haber un criterio técnico para asegurar que ese aumento, no influye en la seguridad de los usuarios.
En países como Honduras, El Salvador y República Dominicana, la vida útil de los autobuses está fijada en 20 años; mientras que en México, Chile y Argentina entre 10 y 15 años.
En el 2010, el proyecto de ley 17.267 planeó aumentar la vida útil a 20 años, sin embargo el plan fue archivado.
La iniciativa actual se presentó en el cuatrienio pasado por parte del exdiputado Erwen Masis, actual representante de Costa Rica ante el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE).
La Comisión de Económicos es la encargada del análisis de este proyecto de ley.
