Mariana Mena
Las fuertes lluvias ya comienzan a generar saturación de los suelos y deslizamientos en algunas regiones de Costa Rica.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), hay 131 terrenos que se mantienen en vigilancia.
Este martes, Julio Madrigal geólogo de la CNE, visitó un nuevo deslizamiento ubicado en San Vito de Coto Brus, que pone en riesgo a tres viviendas.
“A raíz de las fuertes lluvias en la zona, los terrenos están muy saturados. En algunas áreas los vecinos comenzaron a ver agrietamientos”, indicó.
“El punto donde se dio este importante deslizamiento, se ha mantenido activo en las partes bajas pero ha mostrado una condición progresiva a la parte superior, al límite con la carretera”, señaló Madrigal.
Actualmente, solamente una vivienda está comprometida directamente, con cimientos de la cocina expuestos. Mientras las otras dos, están un poco más alejadas.
“Al dueño se le recomendó una constante vigilancia de la corona del deslizamiento, así como la forma en que debe proceder en caso de que el terreno continúe cediendo”, explicó la CNE.
Condiciones de riesgo
“Somos un país multiamenaza”, señaló Alejandro Picado, presidente de la CNE, ante el riesgo por los sismos y las fuertes lluvias.
“Nosotros nos preparamos para cualquier tipo de amenaza, estamos en un país altamente sísmico y por la ubicación geográfica se ve impactado por las lluvias”, enfatizó.
“Efectivamente hay 131 puntos, que son grandes masas de tierra que se están moviendo paulatinamente y necesitan una vigilancia permanente”, agregó Picado.
Aunque un desplazamiento de tierra puede darse en casi cualquier lugar del país, existen zonas que, por sus características, presentan una mayor probabilidad.
Por esto, algunos sectores de Desamparados, Acosta, Puriscal, la zona de Los Santos, Pérez Zeledón y Turrialba, se han identificado que son más propensos.
“Acá vemos que una práctica común es el corte en los terrenos y la utilización de rellenos de suelo mal compactos. Sumado a eso vemos malos manejos de agua, lo que incrementa las probabilidades de generar un deslizamiento a largo plazo”, indicó la CNE.
Algunos de los deslizamientos que más afectaciones han generado y, además están en monitoreo por los expertos son:
- El Tablazo en Higuito de Desamparados
- Los Mangos en Alajuelita
- La Cascabela en Copey de San Isidro de Dota
- Potrerillos en el sector de Acosta
- Y el deslizamiento en Valladolid en Desamparados
Se estima que un 60% del área de Costa Rica presenta una alta vulnerabilidad a deslizamientos de diferentes tipos.
Por ejemplo, el deslizamiento que ocurrió en un condominio en Punta Leona, en Garabito y que afectó a cinco viviendas, el pasado febrero, los expertos lo asocian con un sismo de magnitud 4,5 en ese cantón.
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Prevención
Antes de un deslizamiento, existen diferentes advertencias. Una es la ruptura en la superficie y que se hacen grietas.
También se puede percibir que las puertas y ventanas se traban, los vidrios se pueden romper y en las paredes se muestran fisuras.
Incluso se puede notar por una inclinación de árboles, del tendido eléctrico, ruptura de tubería de aguas y alcantarillas, retumbos, entre otros.
“Actualmente trabajamos en informar a las comunidades, que se unan a los esfuerzos para estar atentos y evitar emergencias en situaciones prevenibles”, añadió Picado.
Las intensas lluvias del 2022, generaron más de 6.200 reportes por inundación y más de 5.000 personas necesitaron un albergue.
