Josué Alvarado
El ministro de Hacienda, Nogui Acosta, informó que están invitando a un grupo de bancos preseleccionados a presentar sus ofertas para ejecutar la segunda colocación de bonos de deuda externa de este 2023, por un monto de $1.500 millones.
El jerarca confirmó a El Observador que el proceso previo a la colocación está compuesto de la elección de la firma de abogados que guiará el proceso legal, lo que ya ocurrió.
También de la elección de los bancos que harán las colocaciones internacionales de bonos, mejor conocidos como eurobonos. Pero esta etapa no se ha terminado.
Esta sería la segunda colocación de cuatro, pues el 3 de abril de este año las cuentas de Hacienda recibieron los primeros $1.500 millones, que según había dicho el jerarca a El Observador se utilizarían para pagos de amortización de la deuda.
Para esa ocasión se pactó un rendimiento del 6,55% y vencimiento a 11 años plazo, es decir, hasta el 2034. También se acordaron amortizaciones parciales en los últimos tres años del plazo y el pago de cupones de intereses fijos semestrales.
Nogui Acosta señaló que este segundo tracto tendrá obligatoriamente que tramitarse en el 2023.
“La ley establecía que esta colocación debe hacerse en el segundo semestre y si no, no podríamos hacerla”, comentó a este medio.
El 29 de noviembre del 2022 los diputados autorizaron la emisión de bonos de deuda externa o eurobonos por $5.000, pero en tractos.
OBSERVE MÁS: Hacienda ya recibió los $1.500 millones por colocación de eurobonos; los desembolsará paulatinamente
El calendario de colocaciones es el siguiente:
- Primer semestre del 2023: hasta $1.500 millones
- Segundo semestre del 2023: hasta $1.500 millones
- A más tardar diciembre de 2024: $1.000 millones
- A más tardar diciembre de 2025: $1.000 millones
Ya el jerarca de Hacienda había explicado que los nuevos recursos se usarían según las necesidades de financiamiento del Gobierno en moneda extranjera, principalmente para el pago de deuda.
Debido a esto los recursos de Hacienda no tendrían impacto en el tipo de cambio, debido a que no ingresa al mercado cambiario, tal y como temían algunos representantes del sector productivo en medio de la ya evidente apreciación del colón.
