Josué Alvarado
La inflación interanual, estimada mediante el Índice precios al consumidor (IPC), continuó desacelerándose en abril pasado y registró al final del mes una variación interanual de 2,44%.
En esta cifra, el indicador regresa al rango meta del Banco Central de Costa Rica, que va del 2% al 4%, tal como lo anticipó en su último comunicado de Política Monetaria.
La inflación no estaba dentro de este rango desde enero del 2022 (3,5%). A partir de esa fecha inició una escalada hasta alcanzar la cúspide en agosto del 2022 (12,13%).
Para abril, de los 289 bienes y servicios que integran el IPC, un 46% aumentó de precio, un 39% bajó de precio y un 15% no presentó variación.
Subieron de precio el mes pasado la electricidad, el alquiler de la vivienda, el limón ácido, el transporte en autobús y el papel higiénico.
Por el contrario, bajaron la gasolina, los boletos aéreos, los paquetes turísticos al extranjero, el diésel y la cebolla, entre otros.
Los pronósticos del Banco Central señalan que la inflación podría ubicarse por debajo del límite inferior del rango meta (2%) en el tercer trimestre de 2023 (julio-setiembre), debido a un efecto base asociado a los niveles altos que registró el índice en 2022.
Una vez superado dicho efecto base, se espera que la inflación retorne a cifras cercanas al 3% hacia finales de 2023.
El IPC mostró una variación mensual de -0,34% y acumulada (de enero a abril) de -1,26%, según informó el INEC este lunes 8 de mayo.
Moderación en el aumento de los precios
La inflación se refiere al incremento generalizado y sostenido en el tiempo de los precios de bienes y servicios en una economía.
Las variaciones del IPC reflejan el cambio porcentual promedio en los precios de una canasta de bienes y servicios representativa. Cuando el índice de precios aumenta, indica que hay inflación.
Según el Banco Central, en los tres meses anteriores (enero-marzo), el comportamiento de la inflación reflejó en gran medida una moderación en los aumentos interanuales de los precios de los bienes, especialmente en los alimentos y los combustibles.
"Además, la política monetaria restrictiva aplicada por el BCCR y la apreciación del colón también han influido", indicó la Autoridad en el Informe de Política Monetaria de abril.
Asimismo, se señaló que las expectativas inflacionarias a 12 y 24 meses han disminuido en comparación con los máximos registrados en agosto de 2022, lo cual sugiere una reducción en la presión inflacionaria en el futuro.
El Informe de Política Monetaria de abril destacó que, a pesar del buen pronóstico, persisten los riesgos relacionados con movimientos abruptos en el mercado cambiario y condiciones climáticas adversas que podrían afectar la producción y los precios, especialmente en la actividad agrícola.
