La inflación, medida a través del Índice de Precios al Consumidor (ICP), cumple ocho meses en números negativos y en enero se volvió a alejar del rango meta establecido por el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
En enero, la inflación interanual se calculó en -1,87%, según dio a conocer este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC).
De esta forma, enero del 2024 se convierte en el mes con la variación interanual negativa más profunda de los últimos diez años.
El comportamiento de los precios en enero
Los productos y servicios que más subieron de precio el mes pasado fueron: la electricidad, la telefonía móvil, la cebolla, la papa, el chile dulce, el repollo y el alquiler de vivienda, entre otros.
Mientras que los que mostraron una reducción en su precio fueron: la gasolina, los boletos aéreos, el tomate, los huevos, los automóviles nuevo, el diésel y otros.
Si se analiza en conjunto, los grupos de bienes y servicios que mostraron un aumento en sus precios durante enero fueron:
- Información y comunicación
- Alquiler y servicios de vivienda
- Bebidas alcohólicas y tabaco
- Bienes y servicios diversos
- Comidas fuera del hogar y servicio de alojamiento
- Alimentos y bebidas no alcohólicas
- Salud
- Servicios financieros y seguros
Mientras tanto, los que mostraron una baja fueron:
- Transporte
- Muebles, artículos para la vivienda y servicio doméstico
- Educación
- Recreación, deporte y cultura
- Prendas de vestir y calzado
Banco Central vuelve a aplazar fecha para volver al rango de tolerancia
En enero anterior, el BCCR aplazó, una vez más, la fecha en la que logrará llevar la inflación al rango meta establecido por la misma entidad: entre 2% y 4%.
El pronóstico cambió. Hasta octubre del 2023 se esperaba que ese indicador regresara a esa franja durante el segundo trimestre del 2024.
Pero el pasado jueves 18 de enero, el Banco Central informó que la inflación estará fuera del rango meta durante todo el año y no será si no hasta finales del 2024 que regrese a valores entre el 2% y 4%.
Esta baja inflación es uno de los factores por los que el sector productivos del país consideraba que se podía reducir la Tasa de Política Monetaria (TPM).
A la TPM se le conoce como tasa directriz, porque guía el comportamiento de las demás tasas, entre ellas las de los intereses por créditos e hipotecas. Los directivos del Banco Central pueden modificarla para influir en la inflación y tratar de llevarla al rango meta.
Sin embargo, ante estos pedidos del sector empresarial, la posición del BCCR es que tiene que ser precavido ante posibles choques externos que vuelvan a disparar la inflación.