Retina Económica

Iniciativas como la del ferry deben analizarse financieramente previo a ponerse en marcha, considera Crecex

Congestión del Puerto de Caldera y posible colapso de la terminal debió tomarse en cuenta, dicen empresarios

Por Josué Alvarado

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Iniciativas como la del ferry deben analizarse financieramente previo a ponerse en marcha, considera Crecex
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El presidente de la Cámara de Comercio Exterior (Crecex), José Antonio Salas, lamenta que se haya suspendido el servicio de ferry entre Costa Rica y El Salvador.

Para el representante de este sector empresarial del país el ferry era una alternativa que tenían los exportadores e importadores para mover sus mercancías en la región centroamericana.

“Era una oportunidad para poder comercializar por esa vía. Sin embargo, llamamos a que este tipo de negocios, este tipo de alternativas se analicen financieramente previo a poder ponerlas en marcha”, señaló en una reacción enviada a los medios de comunicación.

Según Salas “para nadie es un secreto” que los puertos del país están saturados, sobre todo Caldera, en el Pacífico, y eso debió tomarse en cuenta antes de poner en operación la ruta del ferry.

“Todo eso imposibilita este tipo de transacciones comerciales”, añadió.

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El gerente general de Marinsa, empresa encargada del servicio, Óscar Álvarez, confirmó a El Observador que los viajes comerciales están “suspendidos infinitamente”.

Inclusive, informó que la embarcación Blue Wave Harmony cruzó el Canal de Panamá, por lo que no hay vuelta atrás. La operación no era rentable.

Caldera colapsaría a finales del 2024

El 4 de julio anterior el gerente general de la Sociedad Portuaria de Caldera (SPC), Ricardo Ospina, confirmó al sector exportador del país que según cálculos técnicos la terminal colapsará a finales del 2024 si no se le hacen cambios drásticos.

Esto quiere decir que las embarcaciones llegarán al puerto y se podrán “fondear”, es decir, “amarrarse”. Pero no podrán atracar o acercarse a la costa para bajar la mercancía o subirla, debido a que todos los espacios están ocupados.

En su lugar, tendrán que hacer fila y esperar, o bien, optar por irse a otro puerto ante las largas esperas.

Actualmente, Puerto Caldera opera al 90% de capacidad. De 65% en adelante se considera congestión en una terminal como la ubicada en Puntarenas.

El plan del Gobierno era ampliar el contrato actual con la SPC. A cambio, la sociedad debía de hacer una millonaria inversión en forma de medidas paliativas para evitar este colapso. También, mientras se gesta el proyecto de la nueva terminal, es decir, el proyecto definitivo.

Sin embargo, el mismo Ospina dijo hacia la mitad de este año que las obras paliativas que se habían anunciado para evitar este colapso no se ejecutarían y que el plazo no se podría ampliar debido a una imposibilidad contractual.

Desde entonces no se ha anunciado un plan para evitar que el colapso de la terminal ocurra a finales del 2024.

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