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La histórica Constitución de Tomás Guardia cumple 150 años influyendo a Costa Rica

Aunque año con año la Asamblea Legislativa produce cientos de leyes y los Gobiernos sacan miles de decretos, todos estos,…

Por Tomás Gómez

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La histórica Constitución de Tomás Guardia cumple 150 años influyendo a Costa Rica
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Aunque año con año la Asamblea Legislativa produce cientos de leyes y los Gobiernos sacan miles de decretos, todos estos, en teoría, están delimitados por la Constitución Política. Aunque el texto actual data de 1949, hay que ir muchos años atrás para encontrar sus raíces.

Específicamente, la fecha es el 7 de diciembre de 1871, día cuando se promulgó la Carta Magna en la que laboró un congreso constituyente durante los meses previos bajo el mandato de Tomás Guardia.

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El documento afianzó las primeras políticas liberales que impulsaban desde finales de la década de 1860 presidentes como Jesús Jiménez. Además sirvió de base para otras reformas posteriores.

Además, pasada la Guerra Civil de 1948 el proyecto de la Junta de Gobierno para modernizar la no tuvo asidero. La Constituyente de ese año, por el contrario, tomó como base el mismo texto de 1871; por lo que lo decidido hace siglo y medio sigue impactando la cotidianeidad costarricense.

¿Qué decía la Constitución?

La Constitución Política de 1871 tenía 136 artículos y además de las definiciones tradicionales terminó de garantizar aspectos como:

  • Rango constitucional de la educación obligatoria y gratuita
  • Reconocimiento de la libertad de culto, eso sí, desde entonces se consideraba al catolicismo como religión oficial
  • Fortalecimiento de las Garantías Individuales y la regulación de las relaciones entre las personas y el Estado
  • División de poderes y existencia del régimen municipal

Directa o indirectamente, Tomás Guardia, mantuvo el poder concentrado en Costa Rica desde 1870 hasta 1882 (Asamblea Legislativa)

Poder más repartido y primeros debilitamientos al Ejército

Según explica el historiador Vladimir de la Cruz, antes de la Constitución de 1871 Costa Rica venía pasando por varios procesos de ensayo.

Aquí cada grupo de poder -ya fuera político o económico- intentaba afianzar su cuota de participación. Para ello, se fue recurriendo a varias constituciones que no se sostenían en el tiempo.

A partir de 1850 se consolidó de la economía cafetalera y llegó luego el triunfo en la Campaña de 1856.

Dicho panorama cambió la inestabilidad previa por un escenario más certero donde se sentaron las bases para la reforma legal de 1871.

“Cuando Guardia llega al poder el país tiene una situación económica estable y Guardia impulsa la Constitución que le da también una estabilidad política al país”, detalla el experto.

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Dos elementos resultaron clave para garantizar ese sistema político.

En primer lugar, el desarrollo del régimen municipal, que aseguró una porción de poder a las fuerzas locales y los “gamonales”, restando así competencia por el Gobierno como tal.

El segundo ajuste se dio en el Ejército, al imponerle autoridades civiles, lo que mermó la fuerza que hasta entonces tenían las armas.

De la Cruz resaltó además que la Constitución de 1871 fue capaz de adaptarse a los tiempos. Aunque muchas veces las Cartas Magnas son casi imposibles de modificar, la de 1871 permitiría ajustes que la fueron empatando a nuevas coyunturas.

Aunque el ejército de Costa Rica se abolió oficialmente en 1948, el sistema militar llevaba más de medio siglo debilitándose por los ajustes de la Constitución de 1871. Uno de los pocos cambios sustantivos que se introdujeron a dicha Constitución con la Constituyente de 1949 fue bajar el alcance del presidencialismo para darle más poder al Congreso (Archivo)

Las cirugías y los golpes al texto

Uno de los récords importantes que ostenta la Constitución de 1.871 es que ha sido la carta magna que por más tiempo ha regido en el país, con un total de 78 años.

En el intermedio, eso sí, hubo algunas interrupciones como la dictadura de Federico Tinoco (1917-1919). También la del propio Tomás Guardia, que no siempre aplicó el texto que el mismo inspiró.

De Guardia destacan, eso sí, dos correcciones que siguen activas hasta ahora. La primera es la abolición de la pena de muerte (consolidada en 1877) y el ajuste de la religión, que permite la libertad de culto, siempre y cuando sea de acuerdo con la moral y las buenas costumbres.

En sus décadas de vigencia fueron agregándose o eliminándose parámetros que también mantiene la Constitución actual como las Garantías Sociales.