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La ola que disparó los casos de COVID-19 en Costa Rica y despertó los peores temores sobre su impacto

Costa Rica experimenta un sostenido incremento de casos positivos de coronavirus desde hace varios días. Esta semana fue común escuchar…

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 3 minutos
La ola que disparó los casos de COVID-19 en Costa Rica y despertó los peores temores sobre su impacto
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Costa Rica experimenta un sostenido incremento de casos positivos de coronavirus desde hace varios días. Esta semana fue común escuchar en los reportes epidemiológicos diarios que el país registró 50, 74 y hasta 86 casos en lapsos de 24 horas.

No en vano el ministro de Salud, Daniel Salas, aseguró de manera enfática a inicios de semana que nuestro país atraviesa por la segunda ola pandémica. ¿Cuándo terminó la primera? Según las cifras de la entidad está empezó a bajar a inicios de marzo.

Pero el rebrote experimentado a inicios de junio – que coincidió con una mayor apertura de las actividades económica – ha tenido en la Zona Norte del país su principal foco, aunque esto no exime al resto del territorio.

Pero, además, esta segunda ola se ha caracterizado porque hay más casos activos que recuperados: a este domingo hay 951 casos activos versus 752 personas recuperadas.

El incremento de casos ha sido tan notorio que la misma BBC publicó este sábado un amplio reportaje en el que incluyó a Costa Rica dentro de las cinco naciones que han presentado un elevado aumento en virtud de la reapertura gradual de sus actividades económicas y sociales.

“Mientras en el resto de América la pandemia de COVID-19 iba en acelerado crecimiento, Costa Rica destacaba en abril por ser uno de los países que mejor frente le había hecho a los contagios. El número de nuevos casos confirmados se redujo constantemente ese mes, hasta llegar a casi cero a comienzos de mayo, con un escaso número de fallecimientos.

“Sin embargo, las cosas comenzaron a cambiar en la segunda mitad de mayo hasta casi duplicarse el número de nuevos casos, de 800 hasta 1.500 en menos de 30 días”, escribió el periodista Darío Brooks.

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De allí que Salas ha reforzado su llamado a la población para extremar las medidas de distanciamiento social o confinamiento. Y en caso de que sea necesario que la gente salga entonces la recomendación es hacerlo en las llamadas burbujas sociales y con mascarilla o careta.

Sobre este último punto un reciente estudio realizado por las Universidades de Cambridge y Greenwich divulgado este miércoles por la revista especializada Proceedings of the Royal Society encontró que el uso extendido de la mascarilla -especialmente en lugares públicos- evitaría el rebrote del coronavirus.

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Hay un temor mayor: que la despreocupación de los costarricenses haga que la situación de salga de las manos y el país reporte cifras de tres dígitos, como le está ocurriendo – para no ir muy lejos – a naciones vecinas como Panamá y Guatemala, que aún se encuentran en la primera ola.

Un desborde de casos también tendría efectos sobre la atención en los centros médicos. Por ahora, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) reportó este domingo 19 pacientes con COVID-19 en sus hospitales, tres de ellos en cuidados intensivos. Estos últimos tienen 59, 63 y 72 años de edad.

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¿Hasta cuándo se extenderá esta segunda ola? No está muy claro aún, ni siquiera en Europa, donde aún no se ha presentado este escenario. Y menos en Estados Unidos, donde aún no termina la primera ola y el país sigue siendo el territorio con la mayor cantidad de muertos y afectados en el mundo.

De un extremo a otro de Estados Unidos, más de una decena de estados registran actualmente su mayor número de casos nuevos de COVID-19 desde el comienzo de la pandemia, pero el presidente Donald Trump y varios altos funcionarios locales rechazan cualquier alarmismo y rechazan un nuevo confinamiento.