Tomás Gómez
“Una vez más el Partido Liberación Nacional perdió las elecciones presidenciales. Esto impone hacer una valoración honesta, rigurosa y participativa sobre el presente y el futuro de nuestro partido”.
Ese fue el arranque de un duro mensaje de la expresidenta Laura Chinchilla a través del cual llamó a su partido, Liberación Nacional, a hacer una serie de reformas que partan de lo más interno para volver al poder algún día.
“Debemos salir cuanto antes de ese estado de letargo, o lo que es peor, de ese estado de negación; que hace ver la pérdida como victoria y las debilidades como fortalezas. Si queremos volver a convertirnos en un efectivo articulador entre las expectativas ciudadanas y el poder público, debemos reconocer nuestros errores; aprender de ellos y rectificar el rumbo”, señaló.
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A ello, sumó la necesidad de renovar los liderazgos en todos los niveles y llamó a dar espacio a las nuevas generaciones.
“A quienes ya hemos estado en estas lides por muchos años, les digo, con profundo respeto y total convicción: debemos tener la sabiduría y el coraje para hacernos a un lado en el momento oportuno; y permitir que florezcan esos nuevos liderazgos”, indicó.
“El partido necesita de menos liderazgos redentores y de más liderazgos inspiradores, especialmente de los y las costarricenses más jóvenes. Solo un partido que se presente como promesa cierta de las aspiraciones de nuestra juventud puede soñar con volver a ganar el entusiasmo y la confianza ciudadana”, sumó.
Cambiar o morir
Chichilla expuso estas ideas durante la develación del retrato del diputado Carlos Ricardo Benavides como presidente legislativo.
Como parte de su mensaje, hizo un último llamado donde advirtió que los verdiblancos seguirán lejos de Zapote si no hacen los cambios que han postergado.
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“Cegarnos ante la realidad y seguir insistiendo en lo imposible, solo hará que los costarricenses continúen negándole al partido que más aportes le ha dado al país, la oportunidad de volver a contribuir en su desarrollo”, dijo.
“La vigencia de nuestro partido político como espacio para la articulación de una visión nacional integradora que trascienda los localismos, exigirá redimensionar el peso de lo territorial en las estructuras y procesos partidarios; aquí reside el desafío de preservar el carácter nacional de nuestro partido y su vocación de gobernar para las mayorías”, cerró.
Laura Chinchilla fue la última candidata que le logró dar un triunfo a Liberación. De ello ya pasaron 12 años (AFP)
PLN sigue sin ver la luz
Tras la derrota de José María Figueres frente a Rodrigo Chaves en la segunda ronda, el PLN pasará a una situación inédita en su historia: sumarán 12 años como oposición.
Los verdiblancos habían pasado como máximo 8 años fuera del Poder Ejecutivo (entre 1998 y 2006). Ahora, sin embargo, sumarán los dos Gobiernos del PAC y el de Progreso Social Democrático.
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Esto pese a tener la mayoría de alcaldías y haber sido desde el 2006 la bancada mayoritaria en la Asamblea Legislativa.
José María Figueres ganó la primera ronda con más de 10% de ventaja pero en el balotaje, LIberación Nacional quedó con 100.000 votos menos que el ganador (Cortesía)
