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‘Ley de usura’ no ha mejorado acceso al crédito, señala asociación de microfinanzas

La Asociación Costarricense de Microfinanzas (Asocomi) informó que ve con preocupación las conclusiones compartidas por el Centro Internacional de Política…

Por Redacción El Observador

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‘Ley de usura’ no ha mejorado acceso al crédito, señala asociación de microfinanzas
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La Asociación Costarricense de Microfinanzas (Asocomi) informó que ve con preocupación las conclusiones compartidas por el Centro Internacional de Política Económica (Cinpe) de la Universidad Nacional (UNA), en cuanto a los supuestos efectos positivos emanados de la entrada en vigencia de la llamada Ley contra la Usura.

La Asociación señala que afirmar que las tasas de intereses para créditos personales han hecho más asequible el crédito a los consumidores no es correcto.

Según la agrupación, las personas que antes de la ley podían tener acceso a un préstamo personal son en su mayoría las mismas que ahora lo tienen y, por el contrario, el verdadero problema está en aquellas que antes se financiaban sus necesidades con microcréditos y que ahora no tendrán acceso a ellos.

“Esas personas que ahora están excluidas siguen sin tener acceso a préstamos de entidades bancarias por su perfil y tipo de negocio a que tienen apetito esas entidades. Igualmente, esos préstamos personales de gente que ya estaba en el sistema, post ley, ya no les prestan a tasas bajas como antes, ahora los bancos prestan a tasas máximas de usura, pues necesitan recuperar parte del volumen de préstamos que se les cayó a raíz de la ley.

“Igualmente, en los casos en que el costo ha disminuido ha sido porque la estimación para incobrables (principal factor de costo) se ha ajustado de acuerdo a las políticas de ‘apetito de riesgo’ de cada entidad, lo que ha implicado una tasa mayor de rechazo, y nos lleva a la exclusión”, explicó Mónica Navarro, vicepresidenta ejecutiva de Asocomi.

Añadió que las poblaciones que han sido excluidas tienen en común que son sumamente vulnerables y que dependen en alguna medida de acceso a crédito para poder ejecutar planes de inversión, pues no tienen la capacidad de ahorro.

Navarro insiste en que se debe trabajar una verdadera regulación para las microfinanzas, en donde se emita normativa que sea adecuada al negocio del microcrédito, sus condiciones particulares y nivel de riesgo.

“El poner topes sin criterios técnicos y satanizando la función del microcrédito ha sido irresponsable y más que ayudar a la población, ha producido un decrecimiento del ofrecimiento de microcréditos, una reducción de las empresas que los ofrecen y lo más grave aún, la exclusión de las poblaciones más sensibles”, indicó.

Dentro de los grupos más afectados enumeró: las mujeres jefas de hogar, las personas que no son bancarizables por su nivel de ingresos o que no tienen historial crediticio, los adultos mayores y los jóvenes que apenas van a tener su primer experiencia con un crédito, entre otros.