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Lo del camping no lo pillo mucho

Manuel Guisande para El Observador Yo esto del camping como tal no lo entiendo y como cual, tampoco, tal cual…

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Lo del camping no lo pillo mucho
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Manuel Guisande

Manuel Guisande para El Observador

Yo esto del camping como tal no lo entiendo y como cual, tampoco, tal cual te lo digo porque antes, ir de acampada era muy diferente. Hace años, agarrabas de tienda, te ibas con unos amigos monte arriba como las cabras y, cuando ya empezaba a oscurecer o estabas cansado, la montabas y siempre pasaba lo mismo.

Faltaban piquetas, te habías olvidado el doble techo y solamente encontrabas dos vientos cuando tenían que ser diez.

Ahora, como todo está legislado, la gente es tan organizadita, tan de “ya te vale”, que no se olvida de nada, e incluso hay tiendas que las sacas de la bolsa y cataplof plof plof plof… se despliega ella sola y ya está.

No aparecen con campistas dentro de milagro, que te da ganas de mirar si hay alguien y decirle que lo pase bien.

Como digo esto de pasar unos días como el hombre o la mujer de neandertal, ha cambiado mucho. Ahora incluso hay una normativa en la que se señala que para hacer camping hay que ir a unas instalaciones.

Esto porque los amantes de la naturaleza, si se ponen donde quieren, pueden ocasionar un incendio. Y aunque le digas que eres ermitaño, que solo comes raíces…. pues ni una disposición transitoria para estos casos. Nada, al recinto ese que parece una penitenciaría.

Casos únicos

Cárcel el sito es, pero en plan bien. Te dan unos 15 o 20 metros cuadrados y allí te instalas. Y te instalas no solo tú, sino tropecientos; incluso, hay generaciones de familias que por tradición van al mismo camping y se ponen en el mismo lugar.

Es más, me han dicho, y me lo creo, que hay familias que cuando deciden no volver después de haber estado muchos años y quitan la tienda, se han encontrado en el suelo pinturas rupestres de sus antepasados.

A mí lo del camping me supera, porque hay quien no solo lleva la tienda, sino la televisión, la nevera, el ordenador, la vajilla… Que, ya puestos así, creo que les saldría más barato no salir de casa, echar tierra y musgo en las habitaciones, abrir la ventanas y puertas de par en par, poner unas lonetas y hacer camping urbano, total van a estar igual…

No hay forma, no alcanzo a entender esto del camping; y además me ocurre que cuando voy a ver un amigo a un de estos sitios y camino por las calles, viendo a derecha e izquierda tiendas de campaña, grandes como si fueran edificios, me da como un no sé qué eso de “camping” vine de “camposanto”.

Es un mal rollo porque en vez de ver tiendas lo que veo son panteones, le ponen un letrerito en plan “Familia Vargas” y de ahí a rezar un padrenuestro… un paso.


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Manuel Guisande