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Los costarricenses están más sanos que los españoles, ni lo dudo

Manuel Guisande para El Observador  Yo estoy seguro, pero segurísimo, de que los costarricenses están más sanos que los españoles….

Por Sergio Arce

Tiempo de Lectura: 3 minutos
Los costarricenses están más sanos que los españoles, ni lo dudo
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Manuel Guisande
Manuel Guisande para El Observador 

Yo estoy seguro, pero segurísimo, de que los costarricenses están más sanos que los españoles.

Y quien dice españoles dice europeos, pero todos: desde un tipo que se apellide Hoffman Klinsmann, el muchacho él, alemán, o Teodopoulos, griego, por si hay dudas.

Por qué estoy tan seguro, ¿qué es lo que me hace estar en pleno convencimiento de que un costarricense tiene más salud que un español?, ¿en qué me baso?

Con decir que cada vez que veo un vídeo de Costa Rica y observo que la gente siempre está sonriendo, esto ya sería suficiente.

Porque la risa y la salud van muy unidas. ¿Y ya con eso deduzco que…?, pues no. ¿Tal vez porque Costa Rica y Pura Vida son como sinónimos?, pues tampoco, aunque hay que reconocer que ya es una gran pista, salvo que tu conozcas a alguien que sonría en la UCI, claro.

¿De dónde lo deduzco?

Entonces… ¿de dónde saco yo que el costarricense goza de mejor salud que un español?

Pues del Mercado Central de San José, como lo oyes: esa plaza de abastos que está en el barrio de la Merced es el ejemplo de la salud de Costa Rica.

Tú vas a él y allí amontonado lo mismo te encuentras manzanas que tomates, cebollas que patatas, carne que pescado, e incluso alguno niño perdido entre frijoles y magdalenas.

Y eso, eso es… pues lo natural, lo normal, incluso el niño, que no se sabe bien si se ha perdido o decidieron perderlo, que esa es otra. Que hay niños que si los pierdes unas horas… ya me entiendes.

Europa es muy diferente al mercado central. Aquí en Europa todo está envasado al vacío (será porque casi no lleva nada dentro): desde la inocente lechuguita hasta un conejo depredador y salvaje, y todo, absolutamente todo, tiene conservantes.

Por ejemplo, hoy, teóricamente comí un bocadillo de chorizo, pero con el chori, además de magro y grasa de cerdo, entre pecho y espalda me metí a lo bestia (según el etiquetado), dextrosina, lactosa, dextrosa, emulgentes (E-450, E-451) antioxidante (E-116), conservador (E-252, E-250), proteína aislada de soja, proteína de leche y espesante (E-451).

Por la tarde, ya no sé si por vicio o porque quería suicidarme: piqué unas aceitunas rellenas, y con ellas me metí en vena unos gramos de glutamato monosódico, guanilato disódico y conservante E-211, que parece como el juego de los barcos. E-211, agua.

¿De verdad que alguien puede estar sano con los efectos que debeproducir esa mezcla? El antioxidante (E-116) con el glutamato monosódico, la dextrosina y el emulgente (E-450, E-451) con el conservador (E-252, E-250), que uno ya duda si es para conservarte en este mundo o en el otro…

Esto debe ser explosivo

Pues imposible, esa amalgama tiene que ser explosiva, muy distinta a esa preciosa manzana o hermoso albaricoque que rueda por el suelo del mercado central en el puesto de la señora Guadalupe y que la coges de la tierra y te la comes y que está dePura Vida. Madre, también vale.

Eso sí que es sano, incluso esa recitativo con piedrecitas, que hasta te parece que es el crocante que le echan a los helados. Eso es salud, ¡¡naturalmente que es salud!!.

Vas a comparar lo que se come en Costa Rica a lo que nos inyectan en España, porque aquí no comemos, nos inyectamos. Es que no me cabe la menor duda; los costarricenses, sanos no, sanísimos. Y yo sin conocer el mundo tico… ¡Ay!.

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Nota. Si no entendéis alguna palabra me lo preguntáis en los comentarios de la página que tiene El Observador CRen facebook y os contesto. Si no entendéis nada, no os preocupéis, también yo a veces no me aclaro.

Manuel Guisande