Sergio Arce
“Nunca me veo como me ven los demás. Nunca hubo un momento en mi vida en el que amara mi cuerpo, nunca jamás”.
La que dio estas declaraciones a la revista Sports Illustrated es Megan Fox, considerada una de las mujeres más sensuales de Hollywood.
Añadió: “Cuando era pequeña, era una obsesión que tenía tipo: ‘Pero yo debería verme así’. Y por qué tuve conciencia de mi cuerpo tan joven, no estoy segura”.
Fox habló ampliamente de la dismorfia corporal que padece y de la que entre 5 y 10 millones de personas en Estados Unidos también viven.
Por su parte, la Asociación Americana de Ansiedad y Depresión estima que un 2% de la población mundial padece dismorfia corporal, que afecta tanto a hombres como a mujeres.
¿Qué es la dismorfia corporal?
La Asociación Americana de Psicología lo explica de esta manera: “Es un trastorno caracterizado por una preocupación excesiva por un defecto imaginario en el aspecto físico.
“También por una preocupación notablemente excesiva por una anomalía física leve. La preocupación suele ir acompañada de la comprobación frecuente del defecto.
La Clínica de Mayo en Estados Unidos, por su parte, apunta que el también llamado trastorno dismórfico corporal es una enfermedad mental.
“Cuando usted tiene un trastorno dismórfico corporal se enfoca intensamente en su apariencia e imagen corporal, y revisa repetidamente el espejo, se asea o busca tranquilidad, algunas veces durante muchas horas al día.
“El defecto percibido y los comportamientos repetitivos causan un sufrimiento emocional significativo y repercuten en su capacidad para desenvolverse en la vida diaria.
“Puedes recurrir a numerosos procedimientos cosméticos para tratar de ‘arreglar’ el defecto percibido. Después, usted puede sentir satisfacción temporal o una reducción en su angustia, pero a menudo la ansiedad regresa”, explica en su sitio oficial.
Agrega que cuando esto ocurre la persona con el trastorno suele retomar la búsqueda activa para arreglar ese defecto percibido.
Por su parte, CNN indica que los trastornos alimenticios suelen confundirse con dismorfia corporal, pero esto no es correcto.
“Las personas con trastornos alimenticios están preocupadas por una distorsión en la forma en que perciben su figura o su peso”, indica la cadena de noticias.
¿Y cuál es el papel de las redes sociales? Sin duda alguna no ayudan, porque la gente suele comparar su aspecto con el de otras personas.
