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Mejore su calidad de vida (con ejercicio), pero no descuide estos aspectos

Aaron Conejo para El Observador Para muchas personas el final de año es el momento perfecto para programar un propósito…

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Mejore su calidad de vida (con ejercicio), pero no descuide estos aspectos
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Aaron Conejo para El Observador

Para muchas personas el final de año es el momento perfecto para programar un propósito nuevo para el año que viene.

Y es normal que este propósito incluya una o varias actividades. Entre estas algunas a las que NO se estaba acostumbrado a practicar, o inclusive repetir algunas dejadas atrás en años anteriores.

Por ejemplo: lecturas, aprender idiomas, paseos, caminatas, viajes y hasta practicar algún deporte o actividad física.

Sea cual sea el propósito la meta es siempre la misma: ESTAR Y SENTIRSE MEJOR.

Antes un chequeo

Realizar actividad física se cuenta entre los hábitos saludables que permiten llevar una vida mejor y más sana.

Hacer algún deporte que nos guste: ir al gimnasio, trotar, hacer spinning, o caminata de montaña.

También retornar a aquellas actividades que consideramos nuestro “vicio” como puede ser jugar al fútbol los domingos, andar en bicicleta con los amigos o ir a zumba requieren de un chequeo médico.

Sobre todo cuando la edad aumenta y cuando el esfuerzo sea demandante. Esto porque durante la práctica de estas también existe un aumento en el riesgo de que aparezcan manifestaciones de alguna enfermedad no diagnosticada.

La muerte súbita

Todos conocemos casos de deportistas famosos, muchos de ellos jugadores de fútbol y fútbol americano que han sufrido lo que llaman muerte súbita

En la mayoría de los casos, estos eventos se podrían prevenir a través de la evaluación médica antes de realizar una actividad física. El famoso chequeo médico. 

La muerte súbita es un deceso inesperado, no violento ni traumático, que no tiene síntomas previos.

En el 80 al 90% de los casos, se produce por una causa cardiovascular y, especialmente, por un paro cardíaco.

Un paro cardíaco es producto de una desincronización eléctrica del ritmo del corazón. Si bien esta falla eléctrica puede originarse en una obstrucción coronaria, se caracteriza por la pérdida súbita del pulso que desemboca en la muerte, si no se interviene en cuestión de minutos.  

Enfermedades cardiovasculares

Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo y Costa Rica no es la excepción.

Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), de las 11.550 muertes registradas en en el primer semestre del 2020, 573 correspondieron a infarto agudo del miocardio y más de 1.280 a enfermedades ligadas al corazón y cerebrovascular

¿Cuáles chequeos debería incluir?

  • Se deben hacer, según el paciente y el tipo de actividad física que realice. 
  • En primer lugar el médico debe efectuar un importante interrogatorio sobre antecedentes familiares. Si la persona presenta algún tipo de síntoma cuando realiza actividad física (palpitaciones, disnea, dolor torácico, etc.), sus antecedentes personales de relevancia y evaluación de eventuales factores de riesgo. También si se toma alguna medicación habitual y, por supuesto, realizar un correcto examen físico con medición de presión arterial en ambos brazos. Así como auscultación cardíaca y medición de pulsos periféricos, entre otras 
  • En su mayoría los clubes, o asociaciones deportivas, solicitan a sus deportistas la realización de un electrocardiograma. Esto permite la detección de alteraciones eléctricas, arritmias, modificaciones que sugieran la presencia de enfermedades del músculo cardíaco o trastornos de la conducción eléctrica.

También existen otros estudios específicos que ayudan al diagnóstico sobre la salud cardiovascular:

  • El Ecocardiograma: permite analizar el tamaño del corazón (cavidades y paredes), forma de contracción, estado de las válvulas. Se sugiere realizarlo en pacientes que no tienen un ecocardiograma Doppler previo y repetirlo cada 2-5 años según el nivel de entrenamiento que realice.
  • La Ergometría (prueba de esfuerzo) de 12 derivaciones: consiste en hacer un esfuerzo a partir de ciertos protocolos. Se controla a la persona con un electrocardiograma en forma permanente y tomando la presión cada 2 o 3 minutos. Permite obtener datos sobre la respuesta del corazón al esfuerzo intenso (igual o superior al ejercicio que se va a practicar). Esto con eventual diagnóstico de isquemia (falta de llegada de sangre al corazón por enfermedad de las arterias coronarias), arritmias, hipertensión arterial al esfuerzo. 
  • En deportistas mayores de 35 años con (al menos) un factor de riesgo cardiovascular y que realicen actividad física de intensidad moderada, se aconseja realizar periódicamente una prueba ergométrica graduada (PEG). En este estudio se buscará que alcancen el mismo esfuerzo que durante el deporte para el cual entrenan.

La edad y los antecedentes influyen en el estudio:

En general, el criterio médico indica que en deportistas jóvenes, sin síntomas y sin antecedentes familiares de enfermedades cardíacas, debería ser suficiente un examen físico normal. También un electrocardiograma para permitir la práctica de un deporte.

En jóvenes involucrados en deportes que requieran entrenamientos de alta intensidad se aconseja la realización periódica de un ecocardiograma.

Lo mismo en personas mayores de 35 años o en aquellas de menos edad que presenten factores de riesgo.

Algunos de estos factores son:

  • Colesterol alto
  • Diabetes
  • Cigarrillo
  • Obesidad
  • Hipertensión arterial
  • Antecedentes familiares de enfermedades cardíacas en menores de 55 años

En personas de mayor edad es necesario ahondar más con los estudios. Realizar, además del examen físico y el electrocardiograma de reposo, una ergometría. También un ecocardiograma y exámenes de laboratorio.

Los deportistas de alto rendimiento suelen llevar la exigencia cardiovascular al límite. A su vez, en ocasiones, no le dan importancia a los síntomas.

En ellos además del control cardiológico anual con electrocardiograma se sugiere realizar un seguimiento más cercano de los espesores. Igualmente a los diámetros cardíacos con ecocardiograma y una PEG.

En conclusión, realizar un chequeo médico en profundidad antes de una participación deportiva tiene como objetivo la detección de enfermedades.

Son males que puedan empeorar con el ejercicio intenso o predisponer a un evento cardíaco. Y, en consecuencia, es un hábito saludable más que ayudará a tener una manera más tranquila y segura de practicar deporte.

No olvide que exámenes secundarios como los de próstata, mamografía y tiroides también son de gran importancia.

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